De mayor viviré de mi
sangre
y de mi trabajo,
sin espacio ni
silencio que me impidan llegar
a la meta que me he
propuesto.
No sé si resucitaré
de entre las entrañas de la noche
cuando el viento se
detenga,
pero sí sé que mi
alma ganará la libertad que busca,
que siempre estuvo buscando.
Matará con sus
espadas la sombra
que no le dejan
respirar,
saltará las piedras
que entorpecen su mirada.
De mayor viviré de mi
espacio,
cruzaré el salón que
ha sido mi tormento
y mi mal
y me dormiré en las
sombras del recuerdo…
meciéndome en las
leyendas,
ansiadas burbujas del
ayer
que pasan sin respirar
porque brotan del
amor.
Burbujas de papel que
mueren en el mundo
y quedan pegadas al
cristal del olvido.
- 1982 –
Los niños aman las burbujas sin apariencia cuando estallan su esplendor y enjabonan el ojo.
ResponderEliminarPero también muchas veces en un niño hay emociones que te hacen parar y replantearte tus creencias. Me gusta la frescura de estos poemas, seguro que tú los retocarías muchas veces, pero la esencia, la sustancia... eso es lo que perdura. Los niños necesitan jugar a ser mayores, al igual que los mayores a ser niños: eso es indudable, está en nuestras raíces
ResponderEliminarPor supuesto, ya estoy pensando en el próximo juego aunque mis pasiones no sean inocentes.
ResponderEliminarSólo te lo impides tú mismo. Pero para ser niño debes dejar a un lado todo lo que te han programado con el tiempo
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