No me asustó
su tez madura
ni sus
continuos enojos,
me pareció
una mujer pura
pero tristeza en sus ojos.
Y le amé sin
más razones
y le respeté
en su tibieza;
siempre
quería estar a su lado,
pero el mundo había dejado huellas…
las que
tenía que superar:
ella, mi
vida en la tierra.
Ella sólo
era el canal
para que retomase la senda.
-2018-