II
Te evocaré... por
haberte soñado,
el sol...me obligará
a contarle mis enigmas más extraños,
entregar las misivas
de mi corazón
guardadas entre sedas
y en mi pluma para ti.
Mis tinieblas... mi
perpetuo anochecer
hurta a este errante
corazón su consistencia,
se destruye ya... se
deforma... se evapora...
se refleja
irreconocible en el espejo del odio.
Un apoyo que se cae...
un hombro que no
empapa amargas lágrimas
brazos... que no
entregan la ternura de un abrazo eterno
corazones repletos de
truenos.
Las lágrimas de la
vida...te impedirán emprender la huida...
mi lucha por
conservar la vida.
Íntimos
sentimientos...
que escandalizan
ideas...
...se refugian en mi
eterna pena...
tu rayo de esperanza
amenaza mi tiniebla.
En suave luz quise
mudar mis días con tu voz
reflejos de mágicas
alegrías volcadas de los dos.
Que no me roben tu
voz...
que sea siempre tu
corazón el mismo insensato amigo...
eres luz para mí...
aún sin saberlo... querido amigo.
Hay algo que nos hace exclaustrarnos en el desamor como serpientes, conmovidos por su propia ponzoña, pero el envenenamiento es un paso necesario para recobrar cierta fortaleza y emprender la distancia. ¿Por qué no querer ser robados por otras voces y hurtados hacia otra pasión?
ResponderEliminarCiertas amistades son imposibles, es como relegar el amor a un simple compadreo, pues donde hubo amor siempre hay ascuas que queman.
Tu verso no decrece y eso es importante.
Robados hacia otras voces siempre nos puede parecer una manera de perder la voluntad y eso en el amor es algo que ya de por sí te crea un clima de desaliento e insatisfacción.Siempre al ser centro en lo que sentimos nos hace manejar lo que deseamos
ResponderEliminarPuede parecer una forma de perder la voluntad o una voluntad de perder las formas, pero si no media el engaño tampoco media el desaliento.
ResponderEliminarSi aceptamos y ansiamos el amor álgido, debemos prepararnos para cuando no lo sea. El engaño no está antes del desaliento, pero incluso cuando flojeen las fuerzas es preciso preguntarse: ¿estoy preparado para amar?. Para conquistar la cumbre primero debemos sufrir escalando la montaña; ¿estamos preparados para ceder parte de lo que hemos acumulado?
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