Nunca la soledad me había llenado
de espacios remotos
que hoy debo volver a ordenar:
nunca.
Nunca la soledad me había llenado de magia.
Hoy recojo el viento que se perdió
para hacerme parte de él.
Que no me perderé, no tengas miedo.
Porque vale la pena amar
tan sólo por una porción en el paraíso.
-2018-