
una vida tan lejana que parece que no hubiera sido nunca mía.
Aún resuenan en mi memoria los ecos de palabras dichas,
de risas sin fin, aún me llega el aroma del café de la mañana.
Recuerdo haber sentido, haber querido, haberme emocionado con una mirada,
temblado con un susurro, y excitado con una caricia.
Aún me moja la brisa del mar paseando de la mano por la orilla,
saltando las olas, buscando tesoros escondidos enterrados en la arena.
Recuerdo todos los sentimientos tan desnudos como nuestros propios cuerpos,
esparcidos por la cama.
Quizás si hubiese más luz
Me dijiste que no tenías mucha práctica, pero ya veo que no es cierto. Si un poema es capaz de mover el alma, de hacer temblar el alma de aquellas persona que lo lee, se puede decir que nuestra misión está conseguida. Felicidades, I am, y mucha suerte por ésta tu nueva singladura allende los mares.
ResponderEliminardonde está la luz, allí, viven los paisajes infinitos del tiempo. La memoria de los días amados de ensueño. Las olas vienen y van rastrillando la orilla de escondidos tesoros y ausencias. No sé si alguna vez regresa lo que se ha ido. No sé si lo que se pierde regresa. Todo nace en otros cuerpos y en otros ojos. La eternidad es una quimera.
ResponderEliminarraul