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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



viernes, 28 de junio de 2013

Una lúgubre canción de amanecer:




  Una lúgubre canción de amanecer:
el verde humedal abarca la vista
hacia un infinito austero.

Una amarga lluvia
exhala entre los árboles
el perfume de otro mediodía.
¿Dónde está aquel puro vergel de ensueño?.

Entre las piedras se esconde
la hojarasca corrompida
de una noche eterna.

El parque está lleno de flores
y los últimos rumores
de unos corazones perdidos
anidan entre sus pétalos ajados.

¡Comamos de la fruta prohibida!.
No hay tacto que más deleite al paladar
que el precioso humor del agua cristalina
en tus labios.


No te has cruzado en mi vida por azar



  No te has cruzado en mi vida por azar,       
sólo por azar.
Había algo más oculto en tu mirada,
como un misterio,
algo así como un misterio.

Hoy es justo que reconozca el valor que has tenido
para enfrentarte a todo
a través de mí,
para arrastrarme contigo
y hacerte conmigo una sóla carne.

  Yo he disfrutado de aquellos pequeños momentos
que me brindaba la vida
junto a ti,
que nos brindaba a los dos la vida.

  Y he descubierto en ellos un SER
que antes no veía,
que no podía ver,
que estaba oculto para los ojos.

  Y en cada latido me susurraba: “Tú puedes”
y se hacía luz.

  Me he entregado a los dones maravillosos
que emergían de cada palabra,
que se hacían luz en cada una.

  Intenté definir lo que sentía
en esos momentos
para sumergirme en lo más hondo de mí
y desde aquí desencadenar al mundo.

  Y he encontrado de esta forma al ser maravilloso
que habitaba en ti
y cabalgaba por ese inmenso mar de plata
que era el camino.

  Te había buscado en el silencio, te había buscado
en la larga estela que quedaba detrás de mí
y era la voz del tiempo.

  Por eso ahora te respeto… tanto
como respeto a esos seres luminosos que están contigo
y yo apenas puedo ver.

  Hoy recojo lo que siento…
                                                                      y te amo.
Tú no te has cruzado en mi vida sólo por azar.


                                   -2013-


jueves, 27 de junio de 2013

Por eso le había preguntado, la experiencia.

 Begoña se enfadó, es por Pily, yo también lo he notado. Todo es muy complicado. Jugué a las damas con Humberto y quedamos tablas. Bueno, hasta el lunes. No sabía decirle quién es la que más me gusta. Sigo igual de dormido, ¿no?. Y ahora llegará Lourdes. Joróbate. Bueno, al menos juego un poco a las damas y al ajedrez pudiera jugar.
  Es otro día, ayer, me enfadé con mi madre porque le dije que iba a llevar algún cesto más y me contestó enfadada: “Con uno basta. Los demás los vendes tú”. Le preocupa eso. Yo también me enojé, pero no supe contestarle.
   Voy a tener que esperar hasta el verano y mi vida, a partir de ahora, va a estar muy ligada a ellos. Pero no importa, si es necesario llevarlos sin que se entere, lo haré así. Hoy preparé dos bases para unos ovalados y llevaré los mimbres preparados y esas bases en una bolsa. Puedo llevarlos el lunes, con los espejos. Los espejos son para que los vean. Se me ocurrió hoy porque vi allí un patito de ésos que tenían en la puerta. Considero que no corre prisa para aprender lo de las cuerdas. Ya me ves, aquí en el baño, subí el paz. Quería bajar antes para llamarle a Pily. Creo que ayer habló de llevarle unas castañas a Isabel que se le habían olvidado. Yo se lo recordé con ganas y fui. Hablé con Pily desde Ramallosa. Y creo que me animaré a llevarles algo a las vecinas de Isabel. Puede que unas bolsas, una, de galletas de ésas que parecen avellanas. Tiene mi padre y Chicha vende. Hoy, cuando marchaba, fuí corriendo y pensé: Si un día me caigo delante de ellas, la palmo. No seas loco. Como dijo mi madre hace bastantes días, Sulote parece enamorada de mí. Cuando voy andando y no le hago mucho caso, se queda atrás. Le llamo, pero tengo que volver a su altura. Hoy comentaba: Gandul, que eres un gandul. Bueno, también yo lo soy. Y, cuando subía, a la altura del bar Pampín, se acostó y quedó allí un rato. Aún se sentó varias veces más. Había bajado un poco corriendo y debía estar algo cansado. Así lo comenté con ella la primera vez.
  Jo, me gustaría decirle a Begoña que también le quiero, al principio me parece que no era eso lo que buscaba, pero me parece que temía lo que me dijo ese señor. Les gusta a ellas ser así. Pero si le dices a alguna que le quieres, se ríen.
  Precisamente casi al final se sentó enfrente mía, en una mesa separada  Begoña y me comentó que le había dicho que yo estaba guay. No sé cómo enfrentarme a eso, creo que es muy bueno lo que me aconsejaron. La vida hay que tomarla como viene, sin más preguntas. A Mayte le encantan las cintas que llevo. Ahora me encanta poderles aportar todo lo que sé.
  Ya le hice los agujeros a esas dos bases. Mañana tal vez no salga y me quede haciéndolo. El lunes a ver si me acuerdo de decirles lo de los espejos, se los puedo conseguir a comprar la madera. Tal vez se atrevan con barniz y aguarrás para terminarlos allí. Me gusta tener muchas cosas que contarte. Muchas cosas bellas, todas llevan impresas la señal de tu paso por su candor.

  Cosas que no paran de hablar. Cada una busca transformarse en miles y miles diferentes. Las encontrarás a cada paso, siempre allí donde quieras hallarlas. Porque todas habrán nacido por ti, sólo por ti, para que tú seas testigo de su encarnación. Serás su hijo predilecto. Muchas cosas que no viven sin tu aliento, tienes que estar tú en ellas para que sepan analizarse señalando nuevas experiencias. Tú serás el conquistador. Ellas, allí donde se encuentren en ese momento, lo sabrán, tu amor se lo habrá dicho y sonreirán en un solo ánimo para decirte que ya lo han conseguido. Tal vez no te enteres, no debes preocuparte por eso, pero sentirás un estímulo desde lo más profundo del universo, que calará en ti como una luz. Y se convertirá en errante, como tú, de esa forma verá la vida como tú la ves y será ese canto que brotará de sus labios a cada instante. Esos labios no son todo lo que te comunica con la realidad; no, no es así, no debes pensar que acaso algún día pueda ser así: esos labios te comunican con todo lo que los demás pueden oír de ti. En sus manos está el gran secreto de sus decisiones. Porque a ellas también les gusta oírte y comentar contigo las incidencias de cada amanecer. Todos sus miembros forman un solo sentimiento y todas las veces que les sientas alrededor de tu mente, si escuchas pacientemente, oirás que no son sólo ellas quienes caminan. No, hay alguien más. 

lunes, 17 de junio de 2013

Creo que voy a decidirme a preguntarle a Ana

si, en verdad, quiere o no quiere que sea su novio, porque ahora ya me hago un lío. Creo que me tomo a todas en serio y son muchas, ¿no crees?. Aunque me parece que más que una escapatoria va a ser una prueba el casarme.
  Aún no van a ser las nueve. No, está cerrado, las ventanas lo están, el sello y el sobre los compro luego. Bueno, aquí tienes el poema. Te había dejado de escribir, pero me parece que es una tontería, porque viene a ser aburrirse sin razón. Apareció un perro pequeñito en la casa de al lado, pero es una birria, no hace caso. Bueno, peor para él. Ya estamos aquí otra vez. Busqué una iglesia para poder decirle a mi madre que si y ya ves. Entré y la oí, aunque ya había empezado. Ahora fui a comprar sello y sobre y todo me queda cerca. La iglesia estaba aquí, al principio casi de la calle Coruña. No quería ir a misa, pero ya ves. Bueno, va a haber algunos días que falte, espero que me perdones.
  Ayer no vino ni Fernando ni Begoña. No sé qué les pudo haber pasado. Lo de Fernando creo que está en relación con ese primer día. Mayte le dijo que me enseñase a hacer un nudo y la primera que cogió; bueno, Fernando me lo dijo, pero ya sabes que una vez es poco y, entonces, me cogió Begoña. Por eso Fernando se enfadó con Begoña ese primer día. Y yo me quedé sin habla. No supe hablar. Aquellos momentos pasaron y yo sólo fui el testigo incauto que no les supo escuchar. Pero no quiero pronunciar una palabra y que se vaya a pique toda esta historia. Una palabra como la que le pronunció Begoña a la Begoña del autobús, cuando le dijo que sentía celos. Sólo me atreví a decir: No os enfadéis.
  Mira, sólo una palabra para lo que puede ser la búsqueda de una vida. ¡Qué ridículo!, ¿no?. Me quedo mudo, inexplicablemente, me gustaría decir, pero no hay palabras, ni suficientes, ni adecuadas, tanto que sé, tanto que escribo, una historia delante mía y siento que ya no sé definirme. Y así me quedo, como alelado. Podría decirte que no sé si me busca a mí, si soy yo la persona elegida. Nunca lo he sido. Pero me parece que no hace falta esa pregunta.
  Todos los datos apuntan a mí, y ellos tampoco saben mentir, como algunas veces puede que lo haya sido yo también. Por eso es una pregunta que, para mayor comodidad mía, la voy dejando en el aire.
  No puedo decir lo que pasará con el tiempo, pero también me parece que el aire de mi alrededor no está tranquilo, y se rebela contra mí cada vez que hundo mi presencia en él. Yo sé que no se enfada, pero también es niño como yo, y ha sido testigo de un caminar. Ahora está intranquilo porque parezco alborotado y duda igual que yo, no puede verme así.

  Me parece que siempre
me sentiré enamorado

  Y me la dirá, tal y como en un principio. El y yo sabemos que tiene muchas formas de hablar y yo le entenderé en cualquiera que utilice, le reconoceré porque antes había sido mi mirada en el tiempo. Unas palabras que parecen posarse tan lejos de mí, que me resulta imposible, que encuentro otra fuerza que se opone, mi otro yo, malvado. Creo que quiere impedir que llegue a una respuesta, porque habré destrozado tantas ilusiones, tantas dudas, que significará aquel dejar de estar sometido a su merced. Todas ellas gravitan en torno a mi cabeza, y se esconden, yo nunca he sabido ver en la oscuridad. Y me parece que puedo volver a quedarme sin una respuesta concreta. Tal vez me la traiga el tiempo, pero esa intranquilidad me renace al ver que el mismo tiempo parece quedar inseguro, callado.

  No importa, estás feliz, la felicidad te traerá la respuesta. Bueno, ya continuaré. Hoy, jueves, yo volví más contento. Creo que fue Fernanda quien me dijo que saliera al patio con ella y me dijo que había chicas a las cuales les gustaba. Ya lo había notado. Pily se adelantó a Begoña y me dio bastantes abracillos. Entre tantas me hacía un lío, pero en esto hablé con el señor (ya te diré el nombre) y me aconsejó que no había que tomarse la vida tan en serio. En verdad quien me quisiera realmente ya me buscaría, pero a ellas lo que les gustaba más, o querían, era una especie de aventura. Le pude llegar a decir eso de que siempre me habían llamado feo. Eso no importaba. Una aventura o unos meses de compañerismo. Lo mismo le había sucedido a él cuando joven. 


miércoles, 5 de junio de 2013

Fueron esos últimos consejos: “Que esperes tú, lleva algo de abrigo”.

Yo, contentísimo por marchar. Ya se levantó a las ocho y media diciendo: “Me olvidé de avisarte”. Ya estaba yo preparado tomando la leche. Yo contentísimo, ¿no?. “Sácame la moto. Tú ya tienes que bajar. Guarda los perros. ¡Ay!, y la leche. Voy a buscarla cuando venga”. Me alegra que piense así.
  Como le dije al señor cuando me trajo, la ilusión hace más que las manos, o que los ojos, o que toda la mente. La ilusión reside en ese trocito de alma. Ya no puedo escribirte más. Me llama. Me dijo: “Lo importante es aprovechar”. ¿Quién piensa en aprovechar?. Les enseñaré a hacer cestos, llevaré cintas, me gustan todas. Casi son todas chicas. Teresa y Begoña también. Te noto muy contento, distinto, no eres igual, más feliz. A partir de ahora vas a cambiar. ¿Por qué?, mira, no sé qué decirte, pero me parece muy oscuro. ¿Ya tienes preparado lo que vas a llevar mañana?. Me encantaron los detalles. Begoña se quiere mostrar más dura, “no creas que voy a tener celos”. La otra Begoña te trató muy bien también. Te vi, allí sentado, junto a ella. Recordaste a Ana, las del baile. Tú diviértete. Se va a acabar lo de ser feo, ¿no?. El ir con mi padre a Vigo no me importa. Voy a venir en bus, lo que significa taxi. Y llegará tu cumpleaños. Con ellas. Ya verás. Va a haber algún beso, aunque tú creas que no. Mañana te llevas los cestos y los mimbres y las cintas. Begoña, en un momento, te dijo: “Me arañaste. Las uñas largas”. Era verdad. No creí que me iba a quedar, así que le pregunté si era verdad y me dijo que no, pero si era verdad. Me las corto antes de que se me olvide. Ya lo hice. Me voy a afeitar. Como iré con mi padre, ya te hablaré desde Vigo, pues tendré que esperar. Ya me afeité, me bañé, me lavé la cabeza, me corté las uñas y les oí hablar de llevarme a mí y creo que no me quiere llevar porque es muy pronto. Mi padre tiene un problema, es lo que más se habla aquí. y es cuanto me da más pena porque la familia estaría más unida si…, pienso que debería estarlo, y yo podría estarlo pero, en el fondo, sería un fingir cruel. Bueno, aunque para ellos, les vale. Estaba comiendo un trozo de carne, sólo mi hermana y yo en la cocina, viendo la película de la segunda cadena, hasta que a ella se le ocurrió la feliz idea de tomar pan integral. Me preguntó qué mantequilla había tomado y yo le contesté: “ninguna”, es la verdad. Con la leche no tomo, el bocadillo no puedo porque siempre hay alguien en la cocina los domingos y, otros, ni me acuerdo. El otro día cogí un poco para un trozo de pan, pero si se lo digo hará montañas, y no quiero. Le dije que no tomaba e hizo un gesto como de ser mentira. Pero bueno.
  Lo que me dijo Antonio de coger siempre un poco de dinero, no lo hice hoy, también me lo comentó el chico de decoraciones cuando venía, no lo hice hoy, pero ya lo haré ahora. Aunque creo que si mañana voy a ir en bus, con los cestos que tengo que llevar no me cogerán a dedo, pero ya veré. Hay uno que no llevo porque se soltó abajo un doblez. Llevo las cintas y la última libreta, pienso leer el poema de “Libertad”. Ya los subí en el coche, pero sólo llevo uno y el redondo pequeño. Sería mucho follón en el coche. Te dije un día que me gustaría un poema cuya idea principal estuviera en el último verso, ¿no?. La idea más profunda. Si no es así, perdona, tanto tiempo preocupado por conseguir, siempre me pasaba igual, que pensaba y llegaba a dar con ella, pero para ponerla en el primer verso. Esta que hice ahora, no, ¿te acuerdas de la frase que dije ayer?, me parece que te la cité; si, ahora recuerdo, que se la dije al chico de decoraciones. Pues empecé a escribir un poema, habla de sentirse enamorado, yo en este taller, de todo. Y la frase se me ocurrió al final y la puse. Les voy a leer si quieren las de la libertad y ésta.   ¿Te conté el detalle de la chica, Begoña, que estaba a mi lado?. Cuando dije lo de las cintas, ella me dijo de trajese la de Stevie Wonder. Me gusta que haya sido por esa canción y porque le comenté que me encantaba. Soy un soñador irremediable.
  Bueno, sólo traje dos cestas y el que está por hacer porque el gordo sería mucho. Pero, como llego muy temprano, tal vez otro día venga con Julio y no le importará que lo traiga. Voy a ahorrar para comprarles algo el día de mi cumpleaños. Cambié un párrafo, ¿no?, para que el principal estuviera el último. No, mira, voy a borrarlo, porque no tiene mucho sentido. No me parece muy bien hablar de sentirme enamorado, y decir: Porque sé que lo estuve, ahora vamos a darle a todo nuestra alegría. Sobre todo se me ocurrió ahora esta idea, el último verso anterior dice: nunca podré estar solo.

  Y sería repetir. Creo que eso es ese algo que notaba raro en los poemas algunos, pero no sabía concretamente. Creo que oí arrastrar una mesa y no estoy en la puerta correcta.