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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



martes, 21 de mayo de 2013

Se ha llenado la brisa de aromas

          




Se ha llenado la brisa de aromas
con suave extracto de nostalgia 
recordando la antigua fragancia
de un huerto florido de rosas. 


Se ha llenado la brisa de sueños
que replican las canciones
palpitando en los corazones
y en los confundidos pechos.


Se ha llenado la brisa de recuerdos,
infantiles recuerdos que añoro,
de amores son su tesoro,
de vida sus deseos.

De amores se llena la brisa,
la brisa se llena de besos.




Y posaste de nuevo tu mano en mis labios




  Y posaste de nuevo tu mano en mis labios
con pedazos de cristal
entre sus yemas… y yo
sentí el influjo de una tierra
que había penetrado en mí.

Abrí la boca al instante y quise comer de ella,
saciarme de los alimentos que me daba
y ser tiempo
como ellos: tiempo
de ése que nunca ha de acabar.

Posaste la savia de tus dedos
en los peldaños
de mi piel… y bebí del subsuelo un líquido divino…
sus nutrientes
que me iban a dar la vida. Estábamos juntos:
tierra, aire…
y yo.

Una tímida luna acariciaba los vestidos
de los que me había cubierto la senda.
Así dejé que penetraras en el alba que invadía mi cuerpo.

Y perecí…

-2011-


Pero cuando le oí a mi madre comentar

en tono de bronca y lo único que entendí fue “máquina de arriba”. Bueno, ya me bañé. ¡Bah! No importa, no te pongas a pensar, que no vale la pena. Mañana, bueno, a ver cómo queda aquello. Aunque no me cayó tan bien.

  Begoña, pero, en fin, es mejor un cumpleaños allí que en otro sitio. No sé Lourdes, creo que ya le hice bastante daño con nuestra inconsciencia, pero es igual porque el día que se lo quiera decir, se lo digo. Ya sabes que no me importa lo que piensen los demás de mí, sólo mis amigas. Hoy, cuando escribía en el fallado, Quico puso la cinta Vive. Y escuché la canción. Dejé de escribir, subí las escaleras para escucharla mejor y me encantó. Creo que me va a gustar empezar a cogerles la letra. Me gustaría oírla cantando. Tendré que esperar al día en que me encuentre solo. Yo le diré a mi madre que el día de mi cumpleaños, cuando me llamen Alicia y Pepi, era ese grupito de dos de la costa que no recordaba, que lo hagan por la tarde. Y Pily, un coche R-5 blanco, matrícula Va. Bueno, pues delicioso.

 Decía que no saberme poner el reloj por comodidad, diría Isabel. (Y algo de eso puede ser), porque siempre temía romperlo. Hoy me lo puse. Lo pongo en la muñeca y luego lo giro. Mi padre aún no vino y los dos están en la cocina. No quiero entrar allí, así que me quedo hasta que le oiga venir. Tengo ganas de seguir leyendo el libro de Follas Novas. Intento traducir los poemas al español. Pero lo tengo que leer tranquilo, lo empecé a leer en la cama. Quico tenía la luz encendida. Me va a molestar que a Vigo tenga que ir con mi padre y venir con él. Esta mañana, al marchar mi madre, creo que desde la casa de mi tía, me dijo que regase. Si, un rábano, me siento tan libre.

  Mira el poema que hice esta mañana. Termina rimando para que llame más la atención. No es mucho el roce que tengo con Claudina, aunque sigo pensando que me gustaría que me lo hubiese dicho antes, creo que sólo le dije “hola” uno o dos días. Un día que iba a buscar el pan y un domingo. No recuerdo más. Bueno, el pantalón blanco y llevaré la camisa azul a rayas verticales. El pantalón puedo limpiarlo un poco con la esponja el mismo domingo. Voy a andar un poco, si no me aburro. A lo mejor entro en la cocina. Entré y cogí un damero. Al cabo de un rato, me dijo mamá: “Vas a ir a Vigo mañana para aprovechar”.

  Yo seguí escribiendo porque sería el mismo rollo de siempre: ¿No aproveché en los cestos?. Pero Mariora me parece que le apoya, me hizo intención de quitarlo, diciendo: “Escucha, te están hablando”. Entonces le dije lo del autobús y me respondió: “No vas a ir a los dos a la vez. Tendrás que pagar el bus”. Todo es ir a Vigo.

  Aún no sé cómo será para cuando marche a las diez y tenga que hacer todo. Ahora, antes de acostarme, le guardo los perros a Quico. Y si el servicio está ocupado y tengo ganas, por la puerta trasera del garaje. Bueno, está la luz encendida. Voy a hablarle de cualquier cosa. Este domingo, a Pily, y el próximo, a Luisa. Bueno, porque baila, y Sauli tiene novio. ¿Qué te parece?. Además, creo que en el centro que me dijeron en el autobús se trabaja con materiales tan diminutos. Voy a dejarte, no se me ocurre nada, voy a leer a Rosalía.

  Estoy aquí, en Ramallosa, voy a ir a Vigo, me dijo el chico que las tres están en aquel centro. Bueno, vamos a esperar a su hijo para que quede en la tienda. Tengo que llamar a Pily, no sea que no quiera venir el viernes, día de todos los Santos. Pensaba decirle que iría yo, pero no voy a poder hacerlo por el día que es. Salir sí pienso salir y, si es así, no voy a saber a qué otro sitio. Bueno, ahora estoy escribiendo. El problema va a ser Ana. Yo te tengo a ti, al menos, me molestaría estar pasando de un lugar a otro, como hay alguien que hace. Me dicen: Hola, pero no sé verdaderamente lo que estarán pensando, aunque no creo que piensen mucho porque, si fuera en otro momento, pudiera, pero una mañana, mientras espero que venga una chica, aunque ellos no lo saben. La respuesta será al final, como siempre es así. No me sale nada acorde.

  Estoy viendo aquí el pantalón que no se rompe, me da más seguridad. Ya cogí varias hojas más, junto a la mesa de Quico había varios papeles tirados y cogí las dos hojas grandes que había. Pero ya vi donde tiene la papelera y está llena. Cuando el señor me dijo que estaban allí, al principio no me lo llegué a creer, pero los dos sitios coinciden en estar en el Calvario, es una pista. A ver si en Vigo me acuerdo de comprar sellos y sobres. Si es así, veré a las tres antes de lo que pensaba. No me voy a quedar pasmado mirando las piernas de quien pase. Bajé la cazadora azul, pero la pienso dejar en la tienda. 


miércoles, 15 de mayo de 2013

Perdona que te haya estropeado la hoja


. No tenía otra. Incluso le voy a dejar el poema a ella. Cuando terminé de hacer los cinco, de pasarlos, quise hacer otro. Y, mientras espero, estoy planeando lo que puede ser, sólo pienso en ti… pero no lo hice. Pily tenía razón cuando me dijo que, si le doy más vueltas, es mayor el lío. Escribí los poemas y, como aún hacía sol, una hoja a máquina. Después bajé, le cogí verdura a los dos y le pregunté si iba a buscar pan y carne de perros. “¡Y después vas a subir, ¿no?.  Pero no, te quedas fuera dándole de comer a los animales y trabajando en la huerta. Un día llamarás por mí cuando estés rendido de cansancio y te caiga el sudor por la frente. Te acordarás de tu madre”.
  Un rábano. Creo que en este momento llegó la hora de ir a Vigo a unos cursillos. Lo bien que estaré, ¿no crees?. Siempre coincido en recordar eso de egoísta y todo eso que ya te he dicho cientos de veces. Porque estaba limpiando la habitación de Malena y entró Blas. ¡Qué bronca?. “¿Cómo entra un perro?. No cierras las puertas”. Yo le quise decir que bueno, intentaría para otra vez, pero no era sólo yo el culpable, porque entraban otros otro día y esta mañana se preocupó cuando le dije que el gato negro estaba en la cama de la ropa lavada. Pero sólo era aquello: “¡Y contestas encima!”- me gritó. Me había preguntado antes: “¿Sigue a cien la carne de perros?”. Creo que subió- le respondí. No son esas preguntas las que necesito. Y ahora me puse a regar por darle esquinazo, debe de pensar que por qué me lo mandó.

  Me gusta estar contigo
pero necesito algo más…

  Ya ves que estoy hablando contigo mientras riego. ¿Recuerdas cómo estaban las de enfrente a la cocina cuando empecé a regarlas para que dieran un poco más de color?. Pues ahora ya están mejor, pero me dijo: “Están pochas, pero un poco mejor que al principio. Esas déjalas, ya están podridas”. Hoy vi los crisantemos en flor, antes ya viste que me preocupaba por que no muriesen. Pues son flores bonitas y las hay de mucha diversidad de colores. Espero que no se me pase cada noche de echarles un poco. Tan feos que estaban estos tomates aquí, junto a los pimientos, todos negros. Alguno ya tiene.
  Me van a animar a regar los de allá, al fondo, y los de aquí abajo. Ahora no tengo grandes ambiciones por hacer, así que dejo la manguera en algunas plantas y hablo contigo.
  Tanto como me dice que mi padre está tan mal de dinero, me pregunto si no le importará pagar tal cantidad de agua. Para mí, lo que es un caso es tener que estar sujetando la manguera, sin tener qué pensar, o qué cantar, sobre todo mientras esté aquí. Ahora ya ves, ¿no?, está regando ahí y yo tranquilo. Antes, la meadita se quedó por ese nombre, pero yo echaba en el hoyo porque fuera debe ser malgastar el agua, ¿no?. Bueno, a mí me encantaría que nos hiciese una visita Esperanza. Sobre todo por ver a Andrea. Hoy llamó y dijo que iba a ver si podría la semana que viene, me encantaría decirle que el viernes, pero por la tarde supongo que no estará ella. No voy a decirte qué fue lo que oí, porque extenderse sería lo de menos. El caso es que estuvo hablando conmigo un rato, que si era por aprovechar comida, con la hermana no usa tanta confianza, bueno todo eso. Colgó y llegó a la mesa para decir: “Ya viene a traer los problemas, vive lejos de mi madre porque no le aguanta y ahora viene aquí”.
  ¿Es o no es hipocresía?. Me daban pena los conejos. Los jóvenes comen bien el maíz, pero la hembra y la pareja no. Un día les di pan, me acuerdo, pan durísimo. Y quedaron contentos. Me agrada. A la hembra le di más y se metió en su casucha. A la pareja también le di, uno a cada uno. Y los jóvenes, que son tres, quedaron con dos. Pero también comían el maíz.
  Bueno, ya olvidé el domingo en que no fue Pily, aunque aquí hoy siguieron comentando de él. Me molestó el decirle a Pily que no era a Quico a quien esperaba, sino a otra de Budiño. Bueno, ya pasó. ¿Viste?. Cómo te dije ya me empiezo a echar atrás. Tal vez le diga a Isabel que me regale un bloque de hojas blancas. Y será como Palmira, llevarme bien sólo cuando esté aquí trabajando con Marisa, y ese resto que hoy digo nada ya verás como va a dar mucho que hablar.
  Mañana, a Vigo. Bueno, ya te contaré. Ya decía yo que algo estaban comentando de mí cuando me había decidido a bañarme e iba a hacerlo. No era muy alegre la cuestión. Entré en la cocina para preguntar por los otros si habían llegado. Sólo quería que me respondiesen lo de antes. Pero no dijeron nada. “No llegó nadie”. 


martes, 7 de mayo de 2013

Te lavaste la cabeza, aunque con fría.

 
 Pero lo que me molesta no es eso, sino que me dijo que iría con el chico de Decoraciones y no le pude decir lo del grupo a Pily, que es sólo a ver. Bueno, el caso es salir de casa.
  Tengo que decírselo, no puedo dejar a las dos Teresas, al menos una me gustó. A ver a Pily iré, como pensaba, de blanco. Espero que la duda termine pronto. No me dijo nada Nacho y fui a abrirle la puerta. Bueno, antes me enfadaba con él, por nada ya estaba criticando. Ahora noto que ha cambiado. Bueno, tengo prisa. Son las seis pasadas. Ya sabes que se enfada por el dinero. Quico dijo que se lo pidiese a mamá.
  No fue tan mala tarde. No vino Pily, no, pero me parece que fue su recuerdo el que tuviste en tu ánimo, porque no lo pasamos tan mal. Aunque hay momentos en que buscas a alguien especial y el no encontrarlo parece que te deprime un poco. Pero bueno, ya viste ¿no?, esa canción de España “Cantaré, cantarás” fue Ana y la de E.E.U.U. por Africa, fue Mari Carmen. Ana empezó no queriendo, pero después bailó una o dos. Quien no te dijo que no fue Mari Carmen. Bailaste con una desconocida, la primera, el primer baile, aunque después no frecuentaras mucho este invento, le dijiste a Mari que otro día se guardase para el final, y qué final, ¿no?: te encontraste a Saulita y a Luisa, te dieron un beso las dos de tu forma y hablaste con Luisa. Para el día de tu cumple. Y, al final, te dio otros dos, pero se los hiciste repetir porque te puso sólo la cara. Bueno, ahora ya sabes que si subes a aquella esquina de la pista superior puedes encontrarlas. Y Luisa te bailará el día diez.
  Bueno, ya hablarás con Pily por carta, supongo. El caso es que ahora vas a empezar a salir de casa, ¿no?. Conviviste con aquella ilusión todo el tiempo, un espacio que te permitió conocer más a tu alrededor, todo nuestro alrededor. Hablar con el ánimo de que puede ser un día cualquiera cuando te encuentres a su lado, un día cualquiera cuando disfrutes de tus sueños, un día recordarás todo cuanto viste en esta convivencia y verás que el viento también tenía razón cuando te envolvía de su ternura. Ya viste que no le faltaba a tu caminar y vas viendo que la sonrisa tiene muchas miradas para aparecer, tantas que van componiendo una escalera a tus pies, más hermosa cada madrugada. Camina, ya ves que a tus espaldas no aparece, pero allá donde pongas el pie, allá tendrás tierra firme. Comenzará a partir de ti. No temas por alimentarla, ella misma quiere decirte que su alimento lo eres tú. Así es ella para la vida: todo cuanto se puede soñar.

  Un rábano. Como me dijo Antonio, coger un poco de dinero para mí. Siempre tengo que pedirle a alguien. Pídele a él, por si le sobra. A ver si sobra con cien. Yo le dije que si. Pero no, eran las doscientas. Como el otro día, cuando Quico me pidió. Pídeselas luego a mamá. Y ya empezamos. ¿Para qué?. Antes, cuando le decía a Jose que prácticamente no necesitaba era otra cosa. Y ahora el mayor problema va a ser el día de mi cumple. Tantos chicos y chicas que vi abrazarse en coches o en sillones, no sé por qué. Creo que no tiene mucho sentido, para lo que pienso yo. Y si ahora le parece mal que yo me vaya por las mañanas y le deje sola, es problema suyo, ¿no?. No es hoy, es mañana. No importa, pero me parece que lo voy a pasar muy mal. Ya lo empecé a pasar así. “Nadie suele pensar en los demás”, dijo mamá. Y yo me pregunto ¿para qué?. No merece la pena. Total, para algo, y se queda en que para nada más.: ¿Vale la pena?. No sé, está tan revuelto todo…
  Te diré, si quieres, que ella habla con mil bellas palabras, pero una es suficiente. Toda su intención es ésa. Y es lo que me fastidia más. Esa incertidumbre. Voy a llamar a Pily para ver si puede llamarme luego. Me llama. Fantástico, ¿no?. No sé todavía conocer esa parte de mí que está escondida, que está esperando mi regreso, lo sé, y no comprendo cuál es el vacío que se hunde a mi alrededor. Sigue todo revuelto, y ahora ya no se parece en nada a la ruta que me había forjado ayer. Cambió su cara, cambiaron sus ojos, y me molesta que todo eso me diga que también he cambiado un poco yo. Sigo buscando, ¿no?, como antes. Hay algo que quiere interponerse. Hay tantas cosas intermedias, las empecé a cruzar, pero me fastidia la lentitud a la que me somete el tiempo. Quiere ayudar, no estoy contra él, soy feliz cuando pienso, pero me parece que no quiere nada ser así y me parece que estoy solo. Recia soledad… y todo quiere hacerme reconsiderar el por qué de un principio. Busca envolverme, yo quiero saber qué es lo que puede ser para nosotros. Puede ser traición todo cuanto quiero, no soy yo, me empujan, dime que me mantenga fuerte. Si algún día os separo, el roble se verá inmerso en el olvido. ¿Qué puedo hacer si llega a mí su agonía?, ¿qué podré hacer entonces?. Me falta un valor. Me recordaste un poema. Lo voy a pasar. Me gustaría leérselo a Loli el viernes. Voy a ver si Pily me puede llamar. No pudo venir, vino la madre. Viene éste otro. Ya conozco el coche

miércoles, 1 de mayo de 2013

Colocó mi jersey en su silla.


 Me gusta ese detalle. Estoy preocupado. Me entristece no haber traído la libreta. Y lo pensé. Voy a tener que olvidar a Bea. No sé por qué, no es por que no hable conmigo. Creo que le  vi de otro modo desde el principio. Es esa idea de considerar este día que no quedará consumado si no le conozco a ella. Se podría decir mucho. Yo, yo lo tomo como una convivencia. Y toda convivencia me parece hermosa. Son palabras limpias, palabras que se pueden albergar en un momento. Cualquiera. Será maravilloso cada vez que queramos dedicarle nuestra mirada, nuestro recuerdo, todo nuestro ser. No hay engaños, no hay mentiras que puedan pregonar que no hubo amor a nuestro lado. Nacieron unos ojos, unos ojos eternos, compañeros de rodas las estrellas. Un sabor de boca, no, no hace falta, cualquier aroma se sentirá feliz por impregnar nuestro alrededor. Ante él vamos a conseguir un mañana más dichoso, ese mañana entre los dos lo habremos cosechado.
  Eso me parece esta compañía. No sé si podré leer alguna. Me parece que no hay ambiente para leerla. No quedaría tranquilo. Tan animado que estuve antes. Me coloqué aquí para nada, no le doy sentido. Y el caso es que estuve a punto de descubrirlo. Todavía me siento a punto. Ya estoy mal. Se lo pregunté. No, te lo dije. Y al final creo que arrastré lo que quería. Ya te lo contaré. Ahora prefiero hablar. Me dijeron que leyese eso que hablé contigo sobre las convivencias. Y les gustó. Piensa en Begoña (no es Beatriz). No estuvo del todo mal su presencia. Ella estaba junto a Teresa y me quedó esa esperanza. Fue como el puente que me recordó más a Pily.
  Y a mi madre no le voy a dar tanta importancia a lo que dice porque no sabe que me empecé a bañar diariamente o a menudo por ella, y no me parece que se lo crea. Bueno, puede ser verdad que se le puede llamar terrorista, mi mente es pequeña, pero se llega a fijar en algo, ¿no?. Me hicieron una entrevista. Bueno, se la hicieron a todos. Me quedé disgustado en lo que dije: nos conocemos.     
  Creo que lo que más me desanimó de Begoña fue cuando le dije que ya le vería en el centro de Vigo. No sé qué fue lo que le dije, pero me cortó diciendo: “No creas que voy a ir por que vayas tú”. Yo me quedé callado. No sé qué pasó por mi mente en ese momento. No me dio tiempo a contestar. Fue todo tan rápido.
  Todavía no había nacido una semilla entre los dos, era sólo un encuentro. No sé qué pensó ella, pude haberle dañado. Ya lo hace a propósito hirviendo la leche. Caro que lo hacía a propósito. No sé la razón. Bueno, olvídala. Me gustaría saber cuál fue el daño, me parece que muchas veces soy el culpable de todo.
   Bueno, escribo en la habitación. Creo que no estaba muy preparado para ese viaje, es ese haber ido sin ganas. Me animó más la chica que comió entre el otro chico y yo. La tele donde se fueron es la de la habitación de ellos. No voy a ir yo también. Un chico me dio su dirección, no me acuerdo cómo se llamaba. Pero estuve hablando con él. Y eso me animó. No es sólo porque me diese la razón a mí y apoyase mis ideas, no sé, es ese ánimo. Si, es verdad que me dio la razón, pero apoyó ese continuar investigando y descubriendo.
   Me gustaba a mí también aquel trozo de la convivencia. Me agradó que así lo reconociera. Ninguna de las tres volvió a hablar conmigo. Bueno, ni yo con ellas. Creo que a quien más recuerdo es a Begoña, de mi altura más o menos. No sé si hice algo malo. Pero sobrevino aquello que yo tanto había indeseado en mí. De una manera espontánea, pero no me lo esperaba. Se había dado cuenta cuando yo ni siquiera había alcanzado ese nivel. No quiero que el amor sea tan lento. Considero que nunca fue de esta forma para mí y ahora me parece que sufre la transformación para convertirse en algo también nuestro. Y todo es tan lento que me parece mentira haber convivido tanto tiempo con ella.
  Siempre llego un día. También me parece que yo he sido concebido de la misma forma tal vez en la mente de alguien que siempre ha querido saber de mí. Los domingos tengo alegría segura Teresa, hoy fue el cumpleaños de Julia, ¿sabes?. Casi le engaño a Lourdes, pero es muy cariñosa. Sigo diciendo lo de antes: el amor es muy lento. Pero está lleno de sonrisas. Ya está la bronca encima: El niño que quiere ir de blanco.
  Y ahora Quico dice: “Así que va a ir Pily”. Tengo miedo que se la lleve. Aunque no era allí. Bueno, mamá planchó el pantalón y el niki, me molestó al principio que chillara, pero lo haría. Y no era para que Pily me conociera. Bueno, ya pasó.