
!Que plácida noche!
La luna rielaba los mares;
cada onda,
era un círculo de luz
que se desvanecía al besar
las doradas arenas de la playa.
Millares de chispas,
inquietas y movibles,
salpicaban la superficie transparente y diáfana,
convertida en delicado manto de tul
cuajado de diamantes.
El cielo presentaba a trechos jirones de nubes,
pálidas y melancólicas,
como el fulgor del astro que les enviaba sus rayos.
El horizonte,
marcado por una línea luminosa,
el rumor de las aguas,
el silencio y vaguedad de la noche,
todo,
era parte a embellecer
la grandiosidad de la naturaleza adormilada,
llena de paz y sosiego.
Mi querida desconocida.
ResponderEliminarSoy un apassionado de la noche. La noche me inspira. Tiene paz, silencio, entonces en la horilla del mar, es maravilloso.
Besitos cariñosos.
Victor Gil
muchas gracias Victor, más cariñosos besitos para ti
ResponderEliminarEs grato encontrar el sosiego en la calma de una noche rodeado de fulgores de luna y abrazos de olas. Os daría besssitos cariñosos pero suena un poco cursi.
ResponderEliminarraul