Hay noches que el silencio
se vuelve lengua,
se vuelve verbo,
se vuelve sombra
de tú recuerdo.
Me acerco a tú ventana
y te abraza mi silencio
y ahora qué me dices?
te acercas
y el bullicio de tu piel
se vuelve sueño,
quiebro la noche
y alcanzo tus besos.
y qué de tú silencio?
Me quieres escuchar?
Ven reposa en mi cuerpo
te habla mi piel,
te habla mi boca,
te hablan mis labios
te hablan mis pechos.
No piensa,
no escucha,
se roba mi pensamiento;
entonces...
te alcanzo la luna
para cubrir tus besos,
besos mojados
besos sahumados,
besos que mueren
sobre mis valles
y penetran el túnel sediento.
que soy tú noche,
tú oscuridad,
tú
sombra
tú luna llena
que soy tú fuego.
Te prendes en mi boca
te prendes en mis pechos,
derramas tus aromas
que saben a silencio.
Ya tienes mis palabras,
también tienes mis besos
ya tienes mis caricias
mi miel y mis ungüentos.
He sido luz en la oscuridad
que ansiaba tú cuerpo
he sido el beso
he sido el sol
he sido el bálsamo
que ha
derramado tú sexo.
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CROSSWORDS
Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos
domingo, 8 de diciembre de 2013
Te habla mi silencio
Mi ser ausente de ti
Mi yo ausente de ti,
mi ser extraño de
todo,
de todo perseguidor,
insípido
e incoherente.
Una canción
con aire de los sesenta
vino a su mente, caprichosa y tenue.
Me buscaba y fui
cediendo a su ocaso.
La noche, como
una mujer impetuosa,
me engulló entre sus
brazos
y me dio a besar su
boca, su ser frío,
su piel de barro.
¡Ahora sé a qué saben
los labios de la
muerte!.
Errores del pasado
A través de mi
bola de cristal
puedo ver
los errores de
mi pasado.
Puedo ver a mis
seres queridos que
se han marchado,
puedo ver las
lágrimas que tanto
he derramado.
Las heridas que
no se me han curado,
el amor que
me has negado,
y las ilusiones
que contigo se
han marchado.
Veo lo cobarde
que fui
por no haber
dicho que no,
por haber
dicho que si.
Mi arrepentimiento
crece, y ese dolor
nunca se desvanece.
A través de mi
bola de cristal
puedo ver
los errores de
mi pasado.
Pero cuando
mi presente,
siento que mi
tiempo se ha hecho
permanente.
Otra oportunidad,
no la espero,
sólo deseo conocer
el sentimiento
de mi libertad.
La vida
La vida es un
don enjoyado,
un adorno emanando
brillo
que no siempre es
apreciado.
Se gestó en
un juego de dados,
uno de los jugadores
era Dios,
el otro, su hermano
desterrado.
El mundo es el
fruto maduro,
de un reto entre dos
orgullosos
que se juraron
enemistad eterna.
Su acto es el
preciado equilibrio
de una balanza
cargada de vida
en busca de su
añorado sentido.
Quisiera que me ataras bien fuerte
Quisiera que me
ataras bien fuerte
y no me dejases
respirar:
quisiera que me
hicieses sendero tuyo,
que no pudiera
retroceder,
que siempre recordara
tu nombre.
Quiero
saberte reconocer como la ola de la espuma.
Caminando sin cansancio
Caminando sin cansancio;
el final me dice que
es ligero mi equipaje.
Es como una luz
infinitamente grande
que me llama desde su
amor.
Aquel barquero me
espera
para dar fruto a la
cosecha.
Veré apagarse mis
heridas,
secarse el sudor.
Es como un sol, un
sol vivo
más grande que la
inteligencia,
que me habla, que me
habla de libertad,
de libertad viva.
Si no lo quieres,
déjale;
pero no le mates.
Decía que no sabía ponerme el reloj
“por comodidad”, diría Isabel (y algo de eso
puede ser) porque siempre temía romperlo. Hoy me lo pasé.
Lo pongo en la muñeca y después lo giro. Tengo
ganas de seguir leyendo el libro de Follas Novas. Intento traducir los poemas
al español. Pero lo tengo que leer tranquilo: lo empecé a leer en la cama
No es mucho el roce que tengo ahora con Claudina, aunque sigo pensando que me
gustaría que me lo hubiese dicho antes, creo que sólo le dije hola uno o dos
días: un día que iba a buscar pan y un domingo, no recuerdo más. Bueno, el
pantalón blanco y llevaré la camisa azul a rayas verticales.
Voy a andar un poco, que me aburro. A lo mejor
entro en la cocina. Entré y cogí un damero.
Bueno, está la luz encendida: voy a hablarte de
cualquier cosa. Este domingo a Pily y el próximo a Luisa. Bueno, porque bailé y
Sauli tiene novio, ¿qué te parece?. Además, creo que en el centro que me
dijeron en autobús se trabaja con materiales tan diminutos.
Voy a dejarte, no se me ocurre nada: voy a leer
a Rosalía. Estoy aquí, en Ramallosa, voy a ir a Vigo, me dijo un chico que las
tres están en el centro. Bueno, vamos a esperar para que quede en la tienda.
Tengo que llamar a Pily, no sea que me quiera venir el viernes, día de todos
los Santos: pensaba decirle que iría yo, pero no voy a poder por el día que es.
Salir pienso salir, y si es así no voy a saber a qué otro sitio. Bueno, ahora
estoy escribiendo. El problema va a ser Ana… Bueno, ya veré. Yo te tengo a ti
al menos, me molestaría estar pasando de un lugar a otro, como hay alguien que
hace.
Me dicen “Hola”, pero no sé realmente lo que
estarán pensando aunque no creo que piensen mucho porque si fuera en otro
momento pudiera, pero una mañana, mientras espero que venga una chica, aunque
ellos no lo saben. La respuesta será al final, como siempre es así. No me sale
nada acorde. Estoy viendo aquí el pantalón gris que no se rompe, me da más
seguridad. Ya cogí varias hojas más, junto a la mesa de Quico había papeles
tirados y cogí las dos hojas grandes que había. Pero ya vi donde tiene la
papelera y está llena.
Cuando el señor me dijo que estaban allí al
principio no me lo creí, pero los dos sitios coinciden en estar en el Calvario:
es una pista. A ver si en Vigo me acuerdo de comprar sellos y sobres: si es así
veré a las tres antes de lo que pensaba. Bajé la cazadora azul, pero la pienso
dejar en la tienda. Fueron esos últimos consejos: que esperes tú, lleva algo de
abrigo. Yo contentísimo por marchar. Ya se levantó a las ocho y media diciendo:
“Me olvidé de avisarte”: ya estaba yo preparado tomando la leche. Yo
contentísimo, ¿no?. “Sácame la moto. Tú ya tienes que bajar. Guardo los
perros”. ¡Ay! y la leche. Voy a buscarla cuando venga. Me alegra que piense
así. Como le dije a un señor cuando me trajo, la ilusión hace más que las manos
o los ojos o toda la mente. La ilusión reside en ese trocito del alma…
Ya no puedo escribirte más. Me llamó ella, me
dijo:”Lo importante es que aproveches”. ¿Quién piensa en aprovechar?. Les
enseñaré a hacer cestos, varias cintas, llevaré cintas, me gustan todas. Casi
son todas chicas: Teresa y Begoña también.
Ha pasado ya un tiempo. Ahora tengo un poco descuidado
el hablar contigo porque estoy recogiendo los poemas sobre la amistad. Hoy lo
hago porque se me acabó el bolígrafo y no quiero usar otro color hasta comprar
la barra el lunes. Sigue habiendo alguna que otra riña, a veces seria, pero no
le doy tanta importancia porque ya sabes que escribir un poco es mi desahogo.
Teresa me dijo que el próximo día iría al baile, que le invitaba yo. Por una
bueno, pero ahora que la idea la dio Mayte y Tere dijo que iba a ir con el
chico que salía. Me pareció oír “tú” cuando se lo pregunté al principio, pero
todos quisieron interesarse y se calló. Cuando hacía stop me pareció ver el
coche de las tres chavalitas: allí iban cuatro o cinco y por eso no paró.
Aunque pienso que si eran cuatro y no paró quedaría un sitio libre. Bueno, en
el bar Esquina estaba escribiendo y me pareció ver a una chica que se sentó en
otra mesa que me miró varias veces: llegué allí y le dije que me guardaran unos
cestos, pero hoy vi que era una cocina. Al marchar me acerqué y le dije: “Te
vas a enfadar, pero voy a entrar ahí a cogerlos”. No creo que le pareciera mal.
Hasta me dio la impresión que levantó un poco la voz porque vio que a mí me
gustaba oírlas, incluso encendiendo la luz para que viese mejor. Ahora ya van
más a Ramallosa, pero a tantos no, les diré lo de Abadía. Ya os hablé de la
salud de mi tío… Pily no va, hoy me animó un poco, a Pily no le gusta Jose, se
acercó con sus abracitos. Entonces Teresa le dijo: “Pily, vete a tu trabajo”.
Creo que un domingo voy a hacerles felices, a Tere le recordé lo de la semana
que viene y me dijo que en esos días arreglamos lo del domingo.
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