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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



domingo, 15 de junio de 2014

Quiero estar donde te sienta




Quiero estar donde te sienta...
y no reírme solo
ni hablar solo
                                        ni volver a soñar si no es contigo.
Por eso ese más allá quiero que me cuente
el amor que has hecho para mí.


No sé volar si estoy solo,
algo en mis alas falta para cruzar las nubes.

No sé ver,
sentirme así,
solo…
aún no conozco el presente. Quiero estar contigo,
que seas para mí...
el todo.


Mar de sábanas blancas



Mar de sábanas blancas,
luna bailando en sus aguas
y en el espejo de lienzo
un frágil deseo llama.

La niña sueña otros mares
en primavera avanzada
y el mozo le pinta en su mente,
dejando la tela inmaculada.

Dos violines y un gallo
hacen despuntar el alba,
que vestida de rojo
quieta en el cielo cabalga.

Y la vida que no cede
hace levantar el alma,
que no deja el ayer,

buscando el mañana.


Decir que te amo






Decir que te amo hasta la luna, eso no bastará

El poder de tu amor me sumerge a las alturas y me corta la respiración...

Te juro, no miento... Que tu amor tiene ese poder...!!!
                



Haz tú por mí





Haz tú por mí, cuando ya no sepa recordar
como antes. Haz tú por mí… y dime
que todavía recuerdas qué es lo que yo decía
en aquellas tardes tan melancólicas y claras. Diles que ya no soy el mismo,
pero para ella siempre seré ese algo especial que mantuvo
la vida.


Siempre me enseñaron



Siempre me enseñaron
un “tal vez” que no era verdad.
Siempre me dijeron: “duda de las palabras, olvida,
pero recoge la eternidad de cada una.
Piensa que has venido a demostrar un mensaje.
Siempre me enseñaron que la vida me forjaba cada palmo del camino.
Y yo quería aprender a sentirme digno de ella.
Siempre me dijeron que así era la vida,
pero quiero mostrar

lo que es para mí.


Algunas veces la vida


Algunas veces la vida pasa de largo   
como el viento marino me deja un aroma a salitre en la cara,
yy no me deja sino en el paladar
sabores rancios de un incienso.

Recuerdo la última vez que me absorbió
su imagen dulce en mi cuerpo reflejada
porque le reconocí, si, le reconocí
a pesar que la niebla anublaba mis ojos.

Algunas veces la vida pasa de largo
y no me deja recuerdos,  sino memorias…
memorias que ya hace tiempo se olvidaron
de mentir.

Hoy yacen en el almidón del camino
y se apoltronan en los viejos sillones del ayer,
algunas veces la vida pasa por mí… de largo
y no me lleva, sino que me abandona
removiendo entre las imágenes de los tiempos maniatados.

Quisiera recoger lo que ya he sentido
en aquellas historias que reforzaron mi vida
de un viento nuevo,
pero sólo puedo dejar que pasen
para que no me lastimen ya más.

Si,
me asomo a la ribera y pronuncio palabras
que nadie entiende, pero
un viento marino me devuelve a la realidad

remozando mi rostro a una vez.

-Mayo-


Me parece que lo tendría que decir, ¿no?


  o hablar con alguien, porque al final la chica que realmente me quiera debe ser la única capaz de esperar. Esperar… no me preguntes a qué, te diré a qué me vea libre y será una respuesta que me hará llorar. No sé por qué, libre no se refiere, no tiene por qué referirse sólo a tu familia. ¿Sabes?, una chica me dijo: “Si no fueras tan guapo…”. Y eso es nuevo para mí. También ha sido obra tuya, ¿no?. Me encanta, poder sentirse así en un grupo es maravilloso, más de lo que antes me imaginaba. Loli también es buena chica, también me gusta.

Creo que las libreta de poemas la dejé en Vigo. Aunque sigo creyendo que ella me quiere tener como un niño: aquí, allí, siempre a su lado… ya conseguí el salir de casa, ya estoy más tranquilo. Me gusta el que empiece a escribir poemas otra vez. En verdad en Vigo me hacen sentir de una forma distinta a la que ha sido toda mi vida.
  Ya viste en qué consistía el magosto. Y qué bien lo pasé. Aquello que le dije al final a Begoña, que me quedó para bailar la de S. Gonder… me dijo que la bailaría hoy. Traje una cinta, espero que siga ésta porque estaban todas revueltas. Pensé que cuando se podía era en el recreo. Pero hoy le voy a decir que perdone: sólo era la ilusión. Si en verdad le gusta lo hago. Lo que si me molestó un poco fue las actitud de Pily. Ayúdame tú. Ya viste, ella se quedó sentada y quería que me sentase yo con ella, pero no podía: ¿dónde?.
  Me gustan estos poemas. Tú sabes que quisiera dedicárselos a Begoña. Bueno, cuando vengan me pienso enfadar con Mayte: me sacó una foto bailando con Begoña. Me debí imaginar que no sabían bailar, la hermana de Montse me dijo que sí había ido a Ramallosa. Y había entrado. Yo salí a buscarla dos veces. No pude bailar con ella, no quiso porque Pily estaba llorando. Me parece que quien mejor puede hablar con ella es otra chica, Mayte tal vez, yo le podría hacer daño diciéndole que a todas las quiero por igual. Es mentira, pero no me hago una ilusión tan ciega. Bueno, no importa, al final le dije que si quería un beso y me lo dio, creo que ya la noté más alegre.
  Me afeité, ¿sabes?; si consigo o si a ella le anima que se lo dé todos los días, me calmará. Jo, qué bien lo pasé. Y bailé también con las señoritas que daban clase por la tarde: lo mejor es que creo que yo también les animé un poco más. Quien si me gusta que tenga celos es Loli, ¿sabes?. También me gusta, pero no vino ayer.

  Un detalle feliz ocurrió esta mañana, sábado. Fui a buscar leche a las once y algo y llovía aún un poco: había amainado. Llegué allí, estaba abierto y entré. No había nadie… pero en esto que oía las voces de Carmiña y de su hermana, no recuerdo su nombre. Esperé un poco. Al cabo de dos minutos más o menos salió ella al pasillo, hace tiempo se recortó el pelo: “¡Ah!, no te había visto”. “Yo tampoco”, le contesté con ganas de hablar un poco. Salió y llenó el cacharro. “¿Y me haces marchar con esta lluvia?, le pregunté. “No, hombre, espera ahí un poco”. Y me quedé en la puerta. Unos segundos después cogí la lechera, no parecía llover tanto e hice intención de marcharme.

  Ella me dijo: “No marches, Ángel, que llueve y te vas a mojar, Ángel”. No recuerdo, la última palabra fue Ángel”: me agradó. Lo que importó fue aquel momento y en aquel momento me agradó el haberlo oído.


  ¡Lee tú la poesía!, ya sabes que si la vuelvo a leer yo cambiará conmigo todo lo que pudo ser un día y hoy no quiero pensar que esté aburrido. Con esta lluvia, el agua ya limpió nuestro camino de matas y mi voz ya puede fundirse en el universo para buscarle a ella: ¡tómala! y lleva mis versos con ella. La esperanza de ese reencuentro es lo que todavía no ha partido. La idea que tenía que hacer en este ovalado, asas, no la hice. Pero se me ocurre hacer uno con tres huecos, para una botella y dos vasos. Voy a poner dos más que me quedan. La lluvia robustece. (Escribo un poema).