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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



viernes, 22 de mayo de 2015

He visto montes abatidos por la mano del cazador



                                     He visto montes abatidos por la mano del cazador,
p ero ellos me han dicho: “No, que el cazador sólo va a buscar presas para su sustento…”
y querían que me callase.

  Luego he visto las ropas manchadas del hombre de plomo,
pero ellos me han vuelto a decir: “No, que ese hombre no existe”
y estoy seguro que lo decían porque yo quería entender.

  He visto casas de piedra, templos de mármol
y he sentido frío al mojar mis pies sobre el hielo del camino.
Y luego he dejado de creer en el nuevo hombre.

                                       -2006-




Su mirada podrá seguir siendo igual




     Su mirada
podrá seguir siendo igual, pero para mí
comenzará a describir un nuevo significado.
Del ayer pienso
que ya no queda nada
que podamos continuar recogiendo,
sólo el recuerdo ha sobrevivido
y es hermoso,
tal vez encierre un parecido con el hoy.
Ese ayer no tiene colores
como puede tener tu pensamiento,
                   ese único pensamiento.               






Sólo sé pensar en ella



  Sólo sé pensar en ella,
me entregó las llaves
que en su momento no pude cosechar.
Hoy me desagrada pensar que pudo estar esperándome
mientras yo caminaba perdido,
ausente…
me desagrada haber sido un inconsciente tantas veces…
una de las semillas del amor tomó vida
entre nosotros

y hoy sólo podemos estar hablando de ella.


martes, 12 de mayo de 2015

Se me marcha la ternura






Peregrina se me marcha la ternura
entre las sombras del ayer que ha cobijado,
caminando cabizbaja y vagabunda
por los mares del recuerdo que han marchado.

Se resiste… mas el silencio le empuja
a integrarse en el olvido marchitado,
las sirenas que descienden a la pura
imaginación del qu e no ha estado.

Recordar los momentos de alegría
en que en la noche brillaba la luna,
volando a la eternidad concebida
como besos de un pasado que no dura.

La vileza abandona su poderío
para refugiarse en los crisantemos,
la maldad agoniza en torno al bramido
de los ojos azulados del veneno.

-1982 –



El tiempo





La hora meditaba en el silencio
y sus pasos caminaban dormidos,
el sonido retumbaba lejano
en cruceros de besos carcomidos.

La soledad saludaba a la luna
y regaba con su manto las voces
que salían al horizonte muerto
y mostraban espacios en la noche.

La oscuridad se cernía en la altura
rodeando las estrellas vividas
y la sombra de los recuerdos ciegos
brillaban soldados en las esquinas.

Allí estaré yo, com  o un mensajero,
anunciando las desdichas calladas
que hoy se toleran bajo los puños
de manos enmascaradas.

   - 1982 –



lunes, 11 de mayo de 2015

No te dirán que no quieren tu compañía

  cuando estés enojado o colérico. Habrá palabras que recorriendo este aire querrán venir a posarse en tus sentimientos para que tú mismo les hagas conocer la luz. Habrá rayos que dejarán impresa en tu mirada la carrera del amanecer. Los ojos del sol cubrirán tu pasado para volverlo transparente. Igual que el de ellos. No te dirán que algún día puedes verle fuera de tus corazones. No te lo dirán, no, porque ellos también soñaron contigo un día.
  Yo dedicaría mis palabras a los dos: a ti y a tu furgoneta. Gracias a vosotros yo he pasado unos viajes felices en mi vida. Hubo de todo entre nosotros y todos esos malos momentos los olvidaba contigo. Me gustaría recordar los buenos momentos: recordar contigo todos esos encuentros, todos esos detalles felices… me parece que me unieron más a ti.
  El otro día por ser demasiado ingenuo y hoy por ser demasiado pensador: me sentí más alegre y satisfecho. Ahora todo eso no importa: se quedarán en recuerdos personales que le libren la esperanza de saber que mañana puedes estar esperándoles. Que te llevarán con ellos. Ya sólo te queda el pensar qué les dirás mañana, que te ayudarán a olvidar y que volverás a vivir. Vendrán con otro traje, distinto al de hoy, más nuevo, te presentarán lo que puedes hacer y tú te darás cuenta que esos vestidos no son distintos a los que llevaba ayer, que son los mismos: sólo habrá cambiado tu ilusión.

Nunca termina la historia
si no te tiene a ti
con ella. Nunca podrá ser consumada
con esa palabra cualquiera
que se quiera parecer
tanto a ti.
Me gusta decirte que es tuya sola. Incluso queda el sabor
a que pasaste
tú por ella, combinando
cuanto sabías
del colorido de la madrugada. Incluso se queda feliz
sabiendo que un instante
será para ella y se lo dedicarás
con toda tu alegría.
Ahora sabe que tú
estás oyendo
su melodía.

  Ahora estoy en Vigo. Llegué tarde y aún fui a correr, así que no le vi. El pantalón gris y un jersey. También traje la libreta, así que tranquilo. Haré otro cenicero tal vez. Otra vez cuento con Felipe, eso me alegra, aunque me remuerde la conciencia por aquello con Teresa. Estuve con él y vi también a Marina: siguen alegres conmigo.
  Ya me empiezan a preocupar los días en que pueda llegar más tarde de las ocho y media. El primer día es hoy. Me afeito por la tarde, o sea que los besos los doy ahí: a Begoña, me lo prometió, y a Loli. Me encontraré con todos aquí, esta tarde, no sé dónde queda este sitio. No hace frío: llueve, pero no hace frío. A ver qué dibujos hago, porque tienen que ser todos distintos. Y alternando con otras cosas. A María y a alguien más les repartieron el dinero, tal vez por trabajos vendidos.
  Ya no llueve, esperemos que siga así todo el día. Y sobre todo la noche: je, je… me gusta el escrito que le ayudé a hacer a Begoña, me gustan todos: Teresa y el mío. Los otros fueron personales de cada uno, también me gustan. Voy a hacer un pequeño librito, a ver si me animo o a escoger algunos poemas. Los primeros de amor, y empezaría por el primero, el primero de la primera libreta: el Incendio, No sabrás… en la segunda también hay muy bonitos, la colección que le dediqué a Ramona. Me acuerdo de Tali, no está bien no ir a verle, a visitarle, al menos saber que sí se acuerda de mí.

Los recuerdos pasan
y se van olvidando.
No hay una razón, pero ellos saben
que deben seguir la ruta
que les ha señalado la vida, siendo semilla
para otros muchos momentos
que te buscarán.
Los recuerdos pasan, más bien se van renovando,
Entregarán todo lo que son
a cada uno.
Aprendieron mucho de esta vida y ahora
quieren ser los espíritus
que impulsen nuevas ilusiones.

  Ya me empieza a parecer haberlo escrito antes. Sobre todo cuando cambió de hoja. Ya empiezan a llegar las madres, la profesora…
Voy al baño, tengo ganas de escribir, por supuesto. Son las cuatro y media. Llegué de la fiesta ésa, fuimos a su casa a las doce más o menos. Salí con todos. Sólo una perdí.

Prefiero quedarme con esa alegría
que en el papel pudiera marchitarse
destruyendo
partículas de eternidad.
Prefiero que tú vayas preguntándome
que es lo que he encontrado, pues así podré soñar
                                                      con ese intervalo
que se puede llevar impreso.
Prefiero quedármela de un modo que encuentre
cuál es su familia,
de un modo que sepa reproducir
si se encuentra en peligro
lejos de mí.
Quiero quedarme con esa alegría.

  Bueno, piensa en el dibujo que harás mañana.
La hoja caída que levanta su vista al árbol seco y le tiende todo el amor que abre una esperanza. Y sigue escribiendo a máquina: les encantan tus poemas.
  Ya me dieron la idea de publicarlos.  Aguántame, porque no seré capaz de estar a su lado ya.
 Ya estoy en Vigo.
  Ayudé a una señora a encontrar a un señor de una de estas casas: eso me animó un poco. Puedo ir a Santander, Humberto tendrá la compañía que tanto deseó: dormiremos juntos. Sin querer no separé bastante la mano izquierda ayer cuando doblaba el pasillo y rallé un poco el reloj. Ya no viene más en la semana Pily: por un lado me agrada… pero ayer no le pude dar un beso al marchar, me duele por ella.

Cualquier mano amiga
es un síntoma
de ese calor que busco.
Hay muchas historias:
unas felices,
                                  otras no  Decirte adiós no es tan fácil.
Déjame estar a solas!. No sé qué diré
en esos momentos, pero necesito estarlo
antes que lo necesite.
Tal vez ahora
ya no sabría vivir sin él.

  Asun ne dijo: “De parte de Ángela besos”. Pero no le debió gustar. Bueno, yo también me animo, pero temo que eso se lo diga a todos cuantos hayan llegado. Creo que la historia es cierta.

  Decir adiós creo que puede animarme a hacer uno o más poemas cada mañana el saber que a Mayte le gustan.
  Bueno, ya queda poco. ¡Sigue calentando la mano!. Loli me trajo hojas para escribirte. Y más que traerá… Quiero aprender alguna canción más. Recuerdo la de “A veces pregunto al viento…”, pero sólo me sé la mitad. Si no siempre son las mismas. Cantaré  Un velero llamado Libertad, Anduriña, Wendolin, La vida sigue igual y Beso a beso, dulcemente. Y no sé por qué es así, porque no me oigo la voz.
Puedo pintar un poco el dibujo: la hoja, el árbol, al fondo el horizonte, color de cielo y un poco más oscuro en los bordes. Con ceras quedará muy mal: tú nunca lo has sabido hacer así. Ya le pregunté a Mayte ese saber para qué lo quiere. Creo que me gusta más dárselo, pero un paisaje de mis sueños.
  Hoy vendí las que quedaban. Puso seiscientas y no las pensaba poner, suponía que quedaban más. El ambientador me lo compra y entonces sólo quedarán veinte. Me dijo que no trajese más, pero enseguida le corté por Vilariño y la tía.

  Como no vino Pily salí de allí pronto y a las dos menos cuarto me cogió Yayo… Y menos mal que toda la tarde estuve afuera, ¿no?. Bajé a las cuatro y media, me dijo que me apurara, pero subí cerca de las siete. Llevaba una excusa preparada, pero no hizo falta.
  Encontré a Felipe. Esta mañana había llegado a Vigo y cruzando Castrelos, el semáforo, estaba parado. No cambió. Ahora todos los días le podré esperar antes de las ocho y media. Era el pedacito de Vigo que me faltaba para completar la ilusión en que vivimos.

  Mañana se celebra el cumple de Loli, no me acordaba. Me siento muy feliz allí, un taller donde ya estoy integrado en la familia. No dirán nada por que un día te vuelvas pequeño como ellos y comiencen a vivir tus ilusiones. No dirán nada por que un día venzas tu malestar y compartas tu alegría con ellos. Ni porque expreses tus ilusiones te dirán que ellos también buscan tu necesidad. No dirán nada por que un día parezcas un aburrido o un odioso o tal vez porque digas que esta vida ya destapó su crueldad.

lunes, 4 de mayo de 2015

Begoña te dio aquel beso prometido, en los labios.


 Pepe, cuando te traía, te dijo que habías ayudado hasta a Mayte: en aquel taller lo que hacía falta era un joven con dinamismo. Como el tuyo. Cada vez te encantará más ir allí. Sólo en la última te acordaste de aquel modo de bailar que te enseñó la chica de Panjón. No importa, fue la semilla. El día de Navidad, si lo ves, está cerca. Y aquella chica mayor que te dio un beso, ya vi lo cerca que estabais. Tú apoyabas la cabeza, ¿eh, pillín?. Hubo de todo: bailaste, pediste con todos, os juntasteis, te dijeron que no, te metiste con ellas, no se enfadaron… disfrutaste, ¿no?. Como te dijo Pepe, eso es lo importante… Cuando te llame Begoña, le dirás que repita ese beso. No estabas preparado, tenías los labios secos y no te supo a nada. Le prometiste la de S. Wonder a la chica que te dio el beso. Eras muy alto, si, para ellas: Teresa casi no te cogía bien. Te prometió muchas, hizo lo que pudo, sólo una porque le lastimaban los aparatos. Tenías que haberte acordado de otra forma, supongo que les sería mejor.

Ya sólo le quedará
el pensar: “queda para otra vez”.
Tu amor se ha hecho esperanza y sigue brillando en ti
para sobrevivirle al tiempo.
Ese amor tan verdadero
no tiene que ver perdido el tiempo:
retroceder sería muy peligroso.
Queda para otra vez, esa esperanza
tendrá alas y un camino por recorrer.
Acordarte de ella
donde renueves tus ganas de vivir,
en ese camino
en el que también estás tú impreso.
Todo aquel decirte algo
que sentí por unos momentos
lo sabe mi alma:
es un sentimiento.

“Has venido
a traer la alegría”, me acuerdo
de aquellas palabras,
ese don
de la eternidad. Estaba contigo, sólo tú bien.
No estás solo, las azucenas
ya han florecido y esos claveles de tu alma.
Con todo el colorido
de un campo en plena flor,
si algún día me recuerdas
volverá el sueño
de nuestro amor.

  Piensa en el domingo que viene, estarán en Santander. Y podrás bailar con ellas a tu manera. Puedes pasarlos a la libreta y todavía sigues escribiendo. Si, puede aún salir alguna.


Ya ves que todo va pasando
a medida que encuentras
felicidad en las palabras. Las lágrimas
son buenas, porque ahora
quieren sentirse detalles encantadores
contigo.
Lágrimas cristalinas que pregonas
en tu corazón,
que sólo le quieren dedicar a ella.
No hay lágrimas. Es tu condición de humano
que encontró
el suspiro de su corazón.

Si me dejas vivir
en mí solo,
estaré dispuesto a entregar
todo cuanto quiera el viento
de mí.
No me digas cuando sean ellos
quienes hablen que se extienden mucho.
Si quieres
no me hagas caso,
pero necesito sentirme solo
para estar acompañado de una plenitud.
Si me dejas vivir, yo te diré
qué es lo que quiere. Me hacen falta
conclusiones.

Me encanta cuando recuerdo
los momentos agradables
que tiene la vida. Les doy una melodía,
así el aire
llevará tu recuerdo.
Me encanta ver alegre
a quien comparta mi vida, pienso
que puede ser la persona elegida
para su corazón viajero.
Y hacer de la vida
un sentimiento, de cada sonrisa…
¿qué sé yo?: me encanta.
Volar, nunca perder esos ojos, estas palabras,
esta ilusión.
Y a mí me encanta ser como tú.

  Después llevaremos algunos poemas para copiarlos en Vigo: allí les gustarán. Puedes poner en práctica todos los bailes que sabes.
Puedes sentirte feliz, por todas.

Tienes muchos nombres,
pero me gusta más el que te doy yo cada instante.
Mi recuerdo:
en él encontrarás la melodía que nos ha unido;
y mientras pasa el tiempo te reencarnas en miles de personas
para ir conociendo todo.
Digo sentimiento… y es para toda la vida.
Nuestra unión puede llenar
las ilusiones que empiezan a sembrarse
y así estás tú más cerca.

Podías hacer convivido
con lo que tanto te gustaba.
Aunque no estuviera el esplendor
bajo otros brazos, aunque no supieras culminar su aliento,
sólo escucharlo
y sentirte allí;
el alma nunca podrá cambiar.