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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



jueves, 24 de enero de 2013

Hoy empieza un nuevo día


  y comienza oyendo la cinta. Me parece que me faltan las dos anteriores del mismo tipo, pues yo sólo tengo dos. Me temo que voy a tener que bajar a Ramallosa a hacer algún recado. Siempre le doy a grabar sin conocer las canciones. Siempre me imagino el autobús a Fátima. Ahora iré a Rosa y después a Ramallosa. Ya tengo la bici fuera. Estaba grabando.
  No me acordaba, pero ahora tengo que guardar la leche. Voy a seguir grabando. Ya vine. Voy a ver si consigo otra canción de S. Wonder. Estaba en el cuarto, pero vine a la cocina. Estoy esperando acabar la cinta. Dicen que van a poner el nº 1. Pues no está tan bien. Pero la pongo. No, la corto. Bueno, pero ahora quiero una para terminar la cinta. Pero no me va a bastar sólo una. Bueno, encontré una cadena. Quise grabar una, pero ya la grabé otra vez. Jo, qué pesado. Bueno, ya cogí una. Es buena. Es una de las que estuve combinando antes. Una no llega. Tal vez Ramoncín le gusta. Es ruidosa, pero vale, ayer o el otro día grabó una igual. Y creo que faltan más de una. Voy a dejar para los animales. Bueno, ya está. Grabé una. Intento ahora. Una melodía que me gusta. Me gustaría terminar la cinta con ella. Pero no pude. Dijo que era tranquila. Esta me gusta, pero la dejo. Este domingo no sé a quién encontraré. Me doy cuenta que me gustaba. Bueno, ya está. Están buenas las patatas. Grabé la siguiente. No, la borré. Voy a ver la siguiente. Voy a pelar patatas. Están muy calientes. Me queda sólo una. Las dos y cuarto. Ya me tranquiliza.
  Me preocupa lo que le regalaré a Ana. No sé, una postal. Me quedo en esta cadena. Jo, a ver si termina. Es que las de E. John: sólo son música.. o tocaron una música antes. Pues qué desastre. Bueno, ya cogí una. Y terminó la cinta. Ya estoy más tranquilo. Ahora, a pensar en el domingo. Pasada la comida, me duele el estómago. Supongo que no cambiará mucho la postura en cuanto venga mi madre y pase la relativa calma que traerá. Ya aprendí. Ahora por la tarde. Mariora me dijo que le diera la vuelta de esta mañana y por la mañana había visto quinientas. Se lo dije y eran mil. La fastidiamos. No tenía la cuenta y sólo tenía 195. Se me ocurrió decirle que iba al pueblo y fui. Iba inseguro. Lo había perdido. El pollo doscientas cincuenta y la carne cien. ¿Entonces?. No, había jamón y pan integral. Pero seguía faltando. Carlos me preguntó si había perdido. Al final eran doscientas. Eché la cuenta y Conchita me dejó cuarenta y cinco. ¡Buf!. Cuando Carlos me dijo eso, pensé que me tomaba el pelo, después dijo mil. Creí que iba a salir mal de ésta. Al llegar arriba escribí esto. No lo paso a la libreta. Creo que mi vida quedó en aquellos lugares. Y cada vez que vuelvo a recorrer todos sus paisajes, en sólo unos momentos vuelvo a revivir lo que fue la historia de toda una vida.
  Me parece que es hoy cuando la he conseguido y me gustaría demostrarle a todos que es verdad. Que fueran felices, al menos, un segundo, como a mí me gustaría transmitirles en mi lenguaje. Tal vez hace años, y hoy lo he conseguido, pero no te fijes en eso, fíjate en lo que yo le buscaba. Quien es pero fue el tiempo, que no pudo rehacer nuestra sonrisa. Se sentirá derrotado. Bueno, así lo estuvo siempre. Déjame con ella. Esperé este hoy en todo el día de ayer. No hacen falta palabras en nuestra unión, ya sabes que yo siempre he deseado encontrarme con ella. Me siento cansado, aunque digas que ya pasó mi vida toda su historia. Allí estaba ella, al final nosotros dos nos íbamos a encontrar. No ha pasado para mí, no. Yo le sigo queriendo tal y como se presentó el primer día que fui feliz con ella. Déjala a mi lado. Y cada vez que la recuerde, déjame con ella. No es fatiga, es, simplemente, que su voz es única. Y es una soledad feliz, toda la que lleve su nombre. Déjale venir en cuanto pueda, ya sabe que yo le amo. Me da pena no soportarle comiendo manzanas. Ahora me fui de la cocina por eso, aunque tuve que estar un rato. Ahora fui a comer nueces. “Deja de comer nueces. Toda la tarde”. Me parece que si no es por el ruido, habría mucho que contar. Me fui y después me pilló comiendo huvas. “¿No entendiste?”. Yo le dije que si. ¿Qué?. Era claro que no. Me dijo: O meriendas o cenas. Yo, que nunca quiero cenar, en fin… Sólo está encendida la tele en color y mi padre escribe a máquina. No sé a dónde ir, porque allí tengo miedo. Quico no está en casa.
  Hoy me levanté. Me duele la cabeza. No sé qué día es, aunque al principio me dio la impresión que era sábado. Le pregunté a Mariora si así lo era. El pan, se van esta tarde. Lo supe cuando hablé con ella. La leche me respondió: ¿por qué?. Bueno, con lo que nos dejan supongo que no hará falta. Voy a ir a buscar la leche. Iba a subir a escribir, pero no me da tiempo. Cuando me levanté, mi padre me dijo o me preguntó si había guardado el pato ayer, que estaba suelto. Le respondí que si. Y me parece que empujó la puerta, pues no tenía ningún ladrillo. Cada vez me parece más que es verdad esa respuesta. Al principio no llegaría a dar mi vida por ella, ahora creo que si. Bajaré al pueblo a buscar las cartas. No, bajó mi hermana. Las canciones son mi debilidad. Jo, me duermo oyendo una que tocaron ahora.

2 comentarios:

  1. No se puede vivir sin la música pero tampoco prescindir del silencio.
    Un día grabarán nuestra memoria en un formato full HD, y ese día también podrán recobrar de nuestro cerebro todas esas canciones olvidadas.

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  2. Es la manera de conectarnos con lo que nos aporta, que siempre llega a una parte de nosotros mismos y hace que nos sintamos en calma

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