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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



martes, 3 de noviembre de 2015

Hay momentos en que la vida quema





Hay momentos en que la vida quema,
instantes de desnudez total en que el alma
se enfrenta con si misma y los sueños
se vuelven cuchillos manchados
con nuestra propia sangre y los deseos
nos golpean el pecho hiriéndonos por no ser escuchados.

Hay días en que caemos en un espacio
que se cierra sofocándonos y el respiro se corta.
Los ojos se humedecen y las palmas de las manos
se entibian de savia salada y el dolor nos presta
su mascara inconfundible que como una mueca imborrable
se nos graba en el rostro y el pasado nos acosa
como una ola enorme que se revienta
liberando el olvido de su cárcel de sombras negras.

Hay momentos en que la muerte nos llama
sólo para hacernos sentir su aliento pútrido
y recordarnos que nuestros días están contados.
Días en que nos llueve por dentro.
En que la soledad nos inquieta y volvemos siempre
a preguntarnos las mismas cosas de ayer
y los por qué resuenan sin respuesta
por todos los sueños abandonados.

Ay vida, vida que te apagas, como candela al viento.
Con el pasar de los años, me arrepiento de tanto arrepentirme
y con la cabeza baja sigo caminando.
Ya me llegará la hora del silencio y al juicio final no seré perdonado.
Me declararan culpable, iluso y una jauría de perros hambrientos
devoraran mis restos en un desierto innominado.

Pero mientras haya vida y me quede aire en los pulmones,
vuelvo siempre a ti para consolar lo inconsolable,
bajo el alero de tus ojos y de tus manos.
Mujer de pan apenas horneado, de delantal blanco,
de mirada de cielos, de carnes tibias y de piel suave de luna,

en ti ahogo mis penas y mis dudas naufragando.


4 comentarios:

  1. Naufragar en ese cielo e irnos al infierno, o ya en el otro nunca ser náufragos ni sentirnos consolados por las llamas...

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  2. Cuando la vida se hace un espacio inconfundible te das cuenta que lates en ese espacio, que le has pertenecido siempre. Cuando la vida se confunde con tus sentimientos y su equivocación es también la tuya y tu equivocación... nunca serás perdonado. Así soy yo, marchito en lo que nunca he sentido fingir, desnudo en la desnudez misma. Muchas veces me he enfrentado a mi otro yo escondido en las líneas de mi pentagrama imaginario... y sólo la nota del olvido se acercaba a mí con las manos abiertas para decirme: "No hay salida". Retornaré con dolor... si es necesario

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  3. Esos días pueden ser impulso para vivir intensamente y aprender a aprovechar todo cuanto se nos ofrece.
    Esos días en los que la brújula no encuentra propio norte se hace más llevadero con una mano que nos apriete, nos arrope un abrazo y nos de aliento.
    Pero lo más importante es ser consciente de que solo son días. ...
    Un poema que se aferra al amor.

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  4. Un reloj interno nos despierta y nos dice: ¡Alerta!... porque es el primero que siente un desequilibrio dentro de nosotros. Sólo son días, es cierto, pero muchas veces se nos hace complicado salir de ellos, todo lo vemos negro en esos instantes. Sólo hay fracciones de segundo en que el alma nos deja ver más allá, es enrtonces cuandose nos hace consciente todo y podemos vislumbrar una salida. O es cierto como ices, Sandra, una manos que nos apriete, un abrazo que nos arrope

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