Un infortunio
ver tus ojos
dibujados en los míos
y transitar por
avenidas diferentes
que al final de las
paralelas se cruzan
mi pecado
seducir tu boca con
mis besos
y atrapar
tu cuerpo con mi pasión
desenfrenada.
La falta de pecado es mucho más onerosa!!!
ResponderEliminar¡Dónde se oculta la identidad del deseo, si pasamos ante él y apenas nos enfrentamos a nuestro propio deseo. Respetar al animal que llevamos dentro es respetar nuestra naturaleza. El alma nos da una mirada más limpia, pero no exenta de tentación
ResponderEliminarDe la misma manera que no se le pueden poner condicionantes al rabo de un perro cuando se siente feliz, así es la tentación para el alma.
ResponderEliminarMuchas veces el poner condicionantes significa hacernos reos de nosotros mismos. ¿Es más reo el niño que ve una señorita guapa, le hace una monería y ella le da un beso o el hombre que ve una señorita guapa y no se lo da porque teme su reacción?. Yo creo que los dos se ponen condicionantes: ni uno es inocente ni el otro es tímido
ResponderEliminarUna señorita guapa debe ser prudente cuando se enfrenta a un hombre o a un niño!!!
ResponderEliminarO debe ser prudente el hombre y el niño antes que ella, jaja, que todo es posible. Por suerte ahora se están liberando más topos esos condicionantes, aunque pasarnos de repente al otro extremo nos podría dar un cortocircuito
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