Consentí a mi mente
no pensar en ella,
pero en mi mente
sólo estaba ella.
Consentí a mi ser
jamás nombrarla,
pero las cosas, incesantemente,
me la recordaban.
Consentí decir que no la amaba,
pero mi corazón la anhelaba.
Y ella se fue,
se fue
como los espejismos del alma.
no pensar en ella,
pero en mi mente
sólo estaba ella.
Consentí a mi ser
jamás nombrarla,
pero las cosas, incesantemente,
me la recordaban.
Consentí decir que no la amaba,
pero mi corazón la anhelaba.
Y ella se fue,
se fue
como los espejismos del alma.
Estos días estoy un poco liado y no me he podido asomar a tu ventana para comentarte. El poeta vive la mayor parte de su tiempo en esos "espejismos del alma" porque la realidad suele ser mucho más cáustica y lacerante. Pero creo que es bueno revivir antiguas esencias y sentirnos pletóricos, incluso en la insuficiencia (un sentimiento es un regalo que nunca deberíamos despreciar).
ResponderEliminarUn sentimiento es un regalo, si, me gusta esa frase. Muchas veces el poeta escapa de exponer sus sentimientos por temor a que los confundan o los difamen, pero en verdad son el cofre de donde va a brotar toda su vida.
ResponderEliminarNo creo que deba decirse "la mayor parte de su tiempo", me parece más que eso, pues el poeta busca entre esos espejismos de su alma uno que le dé una forma, una esencia: ésa será su vida; nunca los espejismos le desnudarán, aprenderá a desnudarse a través de ellos. Será su vida auténtica, la que viva en toda su plenitud
Una mentira también se puede vivir en toda su plenitud pero siempre será un engaño. La diferencia entre nosotros es que tu poesía brota del sentimiento auténtico y real del alma; y la mía, generalmente, es un subterfugio de la realidad transformado en sentimiento. No pocas veces el engañado se consuela con su mentira!!!
ResponderEliminarTanto una como otra le van dando una profundidad al alma de la cual emanan. Mi manera de escribir es libre, de ella pueden fluir muchas imágenes que abran paso a un sinfín de paisajes en los que todos podemos ver algo de dentro de nosotros reflejado y en tu escritura cala más la realidad. No hay dos poetas iguales, pero tampoco hay dos poetas diferentes. Es como una mujer: tú dices que es guapa por sus ojos, yo por la luz que refleja su cara
ResponderEliminarMe agradan esas palabras clarividentes. Creo que tienes absoluta razón: "No hay dos poetas iguales, pero tampoco hay dos poetas diferentes". Muchas veces el poeta inventa a la mujer, los ojos y la misma luz, sentimientos que surgen de una profunda carencia; aunque, al final todos buscamos las "revelaciones" -los oscuros secretos que emanan del alma-.
ResponderEliminarDéjame agradecerte por Ulises (nuestro amigo común ausentado) que le dejes un rincón en tu espacio para exponer sus versos (estoy seguro que en su interior hay una muestra de infinita gratitud). Me ha asegurado que los comentarios críticos también le seducen y que nos podemos explayar. Así que si queremos hacer una pira poética, funeraria, nos da su permiso y consentimiento.
ResponderEliminar(Espero que el gato haya encontrado un lugar aceptable para vivir!!!!)
Me agrada contar con él, debería agradecerle yo que comparta mi espacio. Y si este camino le ha valido para ir clarificando a la vez que infundiendo serenidad a un camino que empezó hace mucho, mucho tiempo, para eso estamos: para ayudarnos. De alguna manera Ulises también es parte nuestra.
ResponderEliminarNo, no le haremos una pira funeraria, las cerillas están húmedas, también nosotros hemos tenido que caminar paso a paso y el camino es una oportunidad de crecer, esos oscuros secretos de los que hablas que sólo se pueden encontrar si estás desnudo de sentimientos negativos.
Si las cerillas están húmedas, creo que las hemos dejado a propósito bajo la lluvia. No estamos preparados para quemar nuestras naves todavía, el barco debe seguir su rumbo bajo el auspicio de los Dioses mientras haya oscuros secretos que reencarnar.
ResponderEliminarEn eso estoy de acuerdo contigo, que debe seguir su rumbo. Pero también piensa que no somos nosotros quienes debemos apurar sus pasos, pues cada persona es diferente a las otras y es por eso que somos grandes. Así pues debemos dejar que Ulises recorra su camino sin prisas
ResponderEliminarNo seas paternalista!!! Ulises ya está recorriendo su propio camino.
ResponderEliminarNo es ser paternalista, Raúl, sólo esta,os navegando por las aguas claras que fluyen de su alma, que Ulises nos ha dejado compartir. De todas formas, si bien ese camino es necesario que todos los "Ulises" lo recorran, también es cierto que no en todos tendrá la misma profundidad y exactitud, ¿no crees?
ResponderEliminarDejemos que se hunda en la profundidad, si es preciso, con exactitud, ¿no crees?.
ResponderEliminarSi, dejemos, él sacará una fuerza que nadie más conoce y un valor que le hará único
ResponderEliminar¿Un héroe heleno?, creo que estamos en los comienzos de la Iliada.
ResponderEliminarPuede ser. La Ilíada no se llama así por mero capricho de alguien que así la definió en su momento, la Ilíada es un espíritu y como tal debe desarrollarse en cada batalla
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