XVIII
"Sé que después
voy a tener miles de palabras. Veré más fácil todo,
más claro,
no tendré en cuenta la distancia entre las palabras.
Veré fácil la luz, el cielo, el paisaje,
Todo eso que nos hace fácil nuestro alrededor
y nuestra vida.
Sólo hay una salida,
y debo continuar..."
Incluso la más diminuta molécula del mundo tiene un sentido,
una misión que comienza...
Invoquemos ese tácito sentido, si hay un rumor toda palabra tiene un origen.
ResponderEliminarY después del origen sólo tenemos una misión: la de hacernos más fuertes. la palabra no es más que un medio, una punta de lanza: busquemos su sentido. El tiempo une lo que soy con lo que seré, lo que miro es idéntico en los dos polos: el que cambia soy yo, el que crece. Nada crece conmigo, aunque yo comprenda que sí
ResponderEliminarNada permanece inmutable, nada permanece en nosotros o de nosotros más que el eco de los que fuimos. Son hermosas tus palabras y dignas también del poema.
ResponderEliminarPositividad. Muy inteligente el mensaje de este poema.
ResponderEliminarFausto siempre nos abre la puerta a un mundo inocente, infantil quizás, pero muy realista, Sandra. Quizás la realidad misma se ve más blanca desde ese punto de vista, porque cuando no te compromete tampoco se juzga
ResponderEliminarFausto siempre nos abre la puerta a un mundo inocente, infantil quizás, pero muy realista, Sandra. Quizás la realidad misma se ve más blanca desde ese punto de vista, porque cuando no te compromete tampoco se juzga
ResponderEliminarFausto siempre nos abre la puerta a un mundo inocente, infantil quizás, pero muy realista, Sandra. Quizás la realidad misma se ve más blanca desde ese punto de vista, porque cuando no te compromete tampoco te juzga
ResponderEliminarFausto siempre nos abre la puerta a un mundo inocente, infantil quizás, pero muy realista, Sandra. Quizás la realidad misma se ve más blanca desde ese punto de vista, porque cuando no te compromete tampoco te juzga
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