XXI
No me hace falta
hablar,
soy de pocas
palabras
y reencontrarme con
ellas ahora sería una destrucción
para mí.
Coloreo la realidad,
la pinto,
todo cuanto puedo ver
bajo unos bellos ojos
color de miel.
Y no me importa ser
un extraño
o un ser ajeno:
sabría serlo.
Me gusta hasta "ajeno", creo que le sobra "sabría serlo".
ResponderEliminarTienes razón, Fausto muchas veces busca culminar sus poemas, pero no puede ver hasta qué punto el poema se desviste completamente. No es fácil verlo cuando el sentimiento te desborda, pero muchas veces la importancia de abrir caminos es ésa: que más adelante los puedes completar
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