XVII
Cuando veas el sol entrar
y yo tire estos recuerdos... que se vayan simplemente
con el malsabor de una partida
y podré estar con quien quiera
en el tiempo que ella me deje soñar. Creo que yo
también me estoy volviendo un animal cualquiera.
No me acuerdo lo que hice esta mañana.
Cuando observes el solecismo no tires los recuerdos a la papelera. Regresando a la animalidad también retornamos a la esencia.
ResponderEliminarEsta mañana era yo, yo mismo... después todo se agolpó de una manera brusca y reaccioné de una manera salvaje: tirando por tierra todo lo que había cosechado. No había nadie en la ventana... ni dentro de mí: me dije que no recordaba y de esta manera escapé de mi presente. No esperaba la luz y le recriminé mi veneno
ResponderEliminarDejar salir las oblicuidades, las sombras, y aguardar la luz vespertina.
ResponderEliminarEl animal tiene un sentido semejante al poeta: no se acuerda de lo que hizo esta mañana. Dejar pasar es una manera de no engancharse al tiempo, pero también de temerle. ¿Por qué? si al final del corredor nos aguarda para engullirnos en un mar de penalidades. Esta mañana era yo, yo mismo, pero pronto dejé de serlo de una manera brusca e irracional
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