Cuando estoy solo
me pongo a recordar,
a meditar, a soñar
con ella.
Mis ideas se evaden
de la mente y brilla la claridad,
la paz y la
tranquilidad se unen
para llenarme el
corazón.
Y florecen
pensamientos, verdades, sentimientos, amistades…
todo es nuevo para mí.
La realidad brilla
intensamente
y yo la guardo en mi
alma:
y es tiempo de
meditación.
Me reconforta… es
necesario que ella exista.
La vida sería muy
sola sin la soledad;
como una marioneta en
un guiñol de ascuas.
Para aprender se
necesita estar solo,
para comprender, para
encontrar a alguien
que te acompañe en la
ruta de la vida.
Sin ella viviríamos
perdidos.
-1982 –
Regresar a la soledad para abarcar un vacío, llenarlo de solitarias notas que pronuncien nuestros nombres...
ResponderEliminarMuchas veces la soledad no es tan sola, sola la construimos nosotros mismos porque nos da miedo el mundo.
ResponderEliminarCompañía solitaria!
ResponderEliminarHoy sentimos que la soledad nos aporta emociones muy positivas y aprendizajes que nos hacen construirnos, pero la soledad también te puede trabar los pies de alguna forma. Me quedo con las imágenes de Fausto. Sabe que la soledad intenta hablarle, pero aún no lo comprende
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