1.
Estamos vivos amor
lo
demás es chacota pez mudo polvo
viento
lo
demás es antojo de tu alma en celo/ solcito linda
estar
vivo con vos
es
hacerle señales de ceniza al fuego
comer
gajitos de luna con la mano
y
sacarle la muela al tiempo/ gorrioncita:
estamos
como queremos
desnudos
arropados
yermos
floreciendo siempre siempre siempre
pedacito
de cielo/ volar volar volar
con
vos pisando el suelo
aguardándote
en mi lluvia con los ramitos
abiertos.
Me gustó la ternura y delicadeza del poema, pero al mismo tiempo lo estaba imaginando a la inversa (guarramente con una gorrina, incapaz de ponerle el diminutivo).
ResponderEliminarLeón nos transporta a sus lugares mágicos y nos hace sentir y disfrutar de esa magia. Hoy es gorrioncita, pero tal vez mañana sea halcón: no importa; el poema seguirá disfrutando de esa frescura suya. Gorrioncita es su compañera: es la sutileza de lo que siente lo que nos traspasa
ResponderEliminarQuise llevarlo a mi terreno, a la pocilga, a la piara, no por agredirlo sino por ampararlo y recrearme en sus jamones. Por supuesto, el verso de León traspasa la sutileza...
ResponderEliminarTu manera de ver el poema siempre me gustó: integrarlo en ti, desentrañar hasta lo más intacto. Me gusta el equilibrio de León, nunca una frase desentona con las otras ni con el fondo del poema: el equilibrio de una infancia o adolescencia. Con sutileza la toca y la desnuda, pero nunca la rompe: así seguirá siendo sueño por siempre
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