La luciérnaga encendió su luz en un espacio ingrato, lleno de
soledad… pero contagió a todos de su esencia y su fortaleza y entregó con ello
su espíritu libre. Aquella luciérnaga pura no sabía del mundo ni de lo que iba
a encontrar en él, pero lo aceptó, para ella era una fuente de aprender y de
saber. Ella caminaba en el medio de los hombres, del ser humano… y era un ser
humano como ellos, nadie le podría reprochar que no sufriese, que no fuera
frágil y hermosa… pero tenía algo más, algo que le hacía diferente, casi
divina: su mundo interior… repleto de senderos aún por descubrir.
Bonita metáfora. La luciérnaga es como el Cristo que entrega su espíritu libre para ser uno más entre nosotros; pero con un mundo interior divino, repleto de senderos por descubrir.
ResponderEliminarlobezno
Cada día busco en tu blog nuevos poemas, tal vez con la única intención del comentar y compartir algo. Poemas que crean vínculos! Poemas que se suceden como el agua de una fuente para saciar la sed última, la sed de uno mismo.
ResponderEliminarAlgunos ya los conoces, Raúl, otros no, son textos que escribo ahora, pero entre todos forman un camino: deseo que así te lo parezca. "Manantial de agua viva", siempre presente en nuestras conciencias, ¿no crees?. Te agradezco mucho que me digas que te sigan pareciendo interesantes
ResponderEliminarEs muy agradable tu imagen, Lobezno. La imagen de Cristo... o de esa porción de nosotros que es alma pura y nos lleva a querer crecer cada día como un medio de superación personal
ResponderEliminarHola primo, enhorabuena poeta, quiero hablar contigo, mi email es edcarbajal32@gmail.com
ResponderEliminarPrimo comunicate conmigo edcarbajal32@gmail.com
ResponderEliminarun abrazo
Claro que si, primo Eduardo. Ayer hablé con la tía, pues como con ella cada viernes y me lo volvió a decir, que me comunicara contigo. A veces las prisas nos llevan a descuidar hasta los lazos de sangre. De inmediato agrego tu correo
ResponderEliminarEduardo, es un orgullo para mí que me llames poeta, supongo que cada persona sigue un camino en la vida y muchas veces no sabemos si es mejor o peor. Debemos creer que la vida nunca deseará nuestro mal.
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