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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿A qué saben los versos?



  ¿A qué saben los versos
que tocan otras bocas?
¿A qué saben las sombras
que proyectan los objetos?

Dime, ¡oh, barco atemperado
en la ruta del mundo!
¿A qué sabe el amor
que diluyen tus estelas de silencio?

Miro atrás
y veo el reflejo ausente
de lo que fue mi existir:
nunca supe ver más allá.

                 
                                                

6 comentarios:

  1. Tiene sabor, musicalidad y algo de genio, estoy seguro que puede ser más mordaz, pero por alguna razón hoy me cuesta hablar bien de los amigos y traicionar la honestidad.

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  2. A mí esa expresión: "oh..." me suena a vino añejo, a rememorar los poetas clásicos donde ya lo único clásico son las canciones de los años 60. Quizás me equivoco si digo que a veces no soy capaz de mirar la continuidad de los versos, como buscando un báculo que me ayude a caminar.
    Pero no me parece mal que Ulises esté buscando su propio camino, pues todo lo que tome de los demás no será suyo.
    Las imágenes me parecen muy expresivas, versos que hablan sin mostrar imágenes, sólo bocetos

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  3. Todo lo que tomamos de los demás lo hacemos un poco nuestro (como las piedras sobre cuya base construimos la atalaya). Bocetos de imágenes, sentimientos difusos, algunas preguntas sin respuesta y un final lacerante (¡dichosa amalgama poética!).

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  4. Las diferentes preguntas hallan su respuesta en el verso último: "Nunca supe ver más allá". Y es que muchas veces nos cegamos por lo que tenemos enfrente, sin apercibir que tras la respuesta obvia hay otra y tras ésa, otra...y así sucesivamente. Aplaudo la naturalidad, la obviedad. Es cierto que cuando un poema junta preguntas e imágenes puede perderse, pero no parece así con nuestro autor. Debemos permitirle pues que aún no conozca del todo la variedad de universalidad poética a donde puede conducirle su curiosidad, pero debemos dejar que esto le vaya transformando poco a poco.
    Yo percibo pasos: las imágenes dibujan realidades, los sentimientos corazones y las preguntas sin respuesta inquietud. Quiere salir de lo que fue su pasado, pero se reconoce errante

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  5. ¿Ya eres una especie de pitonisa adivinando porvenires? Me sumo a tu rotundo comentario y a todas sus luces.Yo también me quedo con la imagen final: "Nunca supe ver más allá".

    Rául

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  6. Es el primer paso para evolucionar: reconocerse pequeño. Y es que muchas veces (y yo me reconozco en ello) lo poco que sabemos lo agrandamos, dando así complacencia a nuestro ego, que se siente sobrevalorado. Así nos perdemos en cientos de imágenes cuya única salida es la nada, pero claro, como es nuestro ego, sabemos a donde llevará. Muchas veces olvidamos así la obviedad que es preguntarse y las gratificaciones que eso nos puede aportar

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