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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



miércoles, 5 de junio de 2013

Fueron esos últimos consejos: “Que esperes tú, lleva algo de abrigo”.

Yo, contentísimo por marchar. Ya se levantó a las ocho y media diciendo: “Me olvidé de avisarte”. Ya estaba yo preparado tomando la leche. Yo contentísimo, ¿no?. “Sácame la moto. Tú ya tienes que bajar. Guarda los perros. ¡Ay!, y la leche. Voy a buscarla cuando venga”. Me alegra que piense así.
  Como le dije al señor cuando me trajo, la ilusión hace más que las manos, o que los ojos, o que toda la mente. La ilusión reside en ese trocito de alma. Ya no puedo escribirte más. Me llama. Me dijo: “Lo importante es aprovechar”. ¿Quién piensa en aprovechar?. Les enseñaré a hacer cestos, llevaré cintas, me gustan todas. Casi son todas chicas. Teresa y Begoña también. Te noto muy contento, distinto, no eres igual, más feliz. A partir de ahora vas a cambiar. ¿Por qué?, mira, no sé qué decirte, pero me parece muy oscuro. ¿Ya tienes preparado lo que vas a llevar mañana?. Me encantaron los detalles. Begoña se quiere mostrar más dura, “no creas que voy a tener celos”. La otra Begoña te trató muy bien también. Te vi, allí sentado, junto a ella. Recordaste a Ana, las del baile. Tú diviértete. Se va a acabar lo de ser feo, ¿no?. El ir con mi padre a Vigo no me importa. Voy a venir en bus, lo que significa taxi. Y llegará tu cumpleaños. Con ellas. Ya verás. Va a haber algún beso, aunque tú creas que no. Mañana te llevas los cestos y los mimbres y las cintas. Begoña, en un momento, te dijo: “Me arañaste. Las uñas largas”. Era verdad. No creí que me iba a quedar, así que le pregunté si era verdad y me dijo que no, pero si era verdad. Me las corto antes de que se me olvide. Ya lo hice. Me voy a afeitar. Como iré con mi padre, ya te hablaré desde Vigo, pues tendré que esperar. Ya me afeité, me bañé, me lavé la cabeza, me corté las uñas y les oí hablar de llevarme a mí y creo que no me quiere llevar porque es muy pronto. Mi padre tiene un problema, es lo que más se habla aquí. y es cuanto me da más pena porque la familia estaría más unida si…, pienso que debería estarlo, y yo podría estarlo pero, en el fondo, sería un fingir cruel. Bueno, aunque para ellos, les vale. Estaba comiendo un trozo de carne, sólo mi hermana y yo en la cocina, viendo la película de la segunda cadena, hasta que a ella se le ocurrió la feliz idea de tomar pan integral. Me preguntó qué mantequilla había tomado y yo le contesté: “ninguna”, es la verdad. Con la leche no tomo, el bocadillo no puedo porque siempre hay alguien en la cocina los domingos y, otros, ni me acuerdo. El otro día cogí un poco para un trozo de pan, pero si se lo digo hará montañas, y no quiero. Le dije que no tomaba e hizo un gesto como de ser mentira. Pero bueno.
  Lo que me dijo Antonio de coger siempre un poco de dinero, no lo hice hoy, también me lo comentó el chico de decoraciones cuando venía, no lo hice hoy, pero ya lo haré ahora. Aunque creo que si mañana voy a ir en bus, con los cestos que tengo que llevar no me cogerán a dedo, pero ya veré. Hay uno que no llevo porque se soltó abajo un doblez. Llevo las cintas y la última libreta, pienso leer el poema de “Libertad”. Ya los subí en el coche, pero sólo llevo uno y el redondo pequeño. Sería mucho follón en el coche. Te dije un día que me gustaría un poema cuya idea principal estuviera en el último verso, ¿no?. La idea más profunda. Si no es así, perdona, tanto tiempo preocupado por conseguir, siempre me pasaba igual, que pensaba y llegaba a dar con ella, pero para ponerla en el primer verso. Esta que hice ahora, no, ¿te acuerdas de la frase que dije ayer?, me parece que te la cité; si, ahora recuerdo, que se la dije al chico de decoraciones. Pues empecé a escribir un poema, habla de sentirse enamorado, yo en este taller, de todo. Y la frase se me ocurrió al final y la puse. Les voy a leer si quieren las de la libertad y ésta.   ¿Te conté el detalle de la chica, Begoña, que estaba a mi lado?. Cuando dije lo de las cintas, ella me dijo de trajese la de Stevie Wonder. Me gusta que haya sido por esa canción y porque le comenté que me encantaba. Soy un soñador irremediable.
  Bueno, sólo traje dos cestas y el que está por hacer porque el gordo sería mucho. Pero, como llego muy temprano, tal vez otro día venga con Julio y no le importará que lo traiga. Voy a ahorrar para comprarles algo el día de mi cumpleaños. Cambié un párrafo, ¿no?, para que el principal estuviera el último. No, mira, voy a borrarlo, porque no tiene mucho sentido. No me parece muy bien hablar de sentirme enamorado, y decir: Porque sé que lo estuve, ahora vamos a darle a todo nuestra alegría. Sobre todo se me ocurrió ahora esta idea, el último verso anterior dice: nunca podré estar solo.

  Y sería repetir. Creo que eso es ese algo que notaba raro en los poemas algunos, pero no sabía concretamente. Creo que oí arrastrar una mesa y no estoy en la puerta correcta. 


2 comentarios:

  1. 1. la ilusión hace más que las manos, o que los ojos, o que toda la mente. La ilusión reside en ese trocito de alma.

    Ilusionarse es volver a confiar en la vida, volver a la esencia primera de nuestro interior. Somos como acordeones que necesitan aire para producir un sonido.

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  2. es verdad eso de que somos como acordeones que necesitan el aire.
    Y en la ilusión no está sólo nuestro ser sino también ese mundo interior que nos llena por dentro y se refleja en el exterior. La ilusión nos vuelve niños y como niños libertad y esperanza. Por eso en ellas está un trocito de cada uno de nosotros, el que nos une a la tierra que pisamos.

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