Si un día me veis por la calle
hablándole a gente extraña y no me habláis o me
miráis con odio
porque no soy el mismo,
si me notáis distante y ofendido
cuando me decís vuestras palabras consecuentes
y firmes…
no me despreciéis si beso otros labios,
otra cara,
si entro en su vida.
Porque hago lo que creo que debo hacer…
no penséis que bebo de otros vasos,
que duermo en otros lechos, no… yo no estoy de
acuerdo con las leyes del mundo
que me han enseñado desde pequeño
y en las que he comido
pan cada día.
También yo tengo un nido en mi alma igual que ellos
que se va llenando de vida.
Y no me hagáis elegir… si un día
os dais cuenta que yo no soy el niño sensato que
vosotros creíais.
-2005-
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