No es sólo tu
sinceridad
cuando hablas de mí,
porque
me duele pensar que
puedo equivocarme.
Cuando preguntas a mi alrededor
y sólo las estrellas
me aportan una respuesta
de tus ojos llenos de
encanto
y te entregas a mí.
No es sólo tu
sinceridad.
Guardas en el corazón
este cuarto vacío
y musitas mi nombre
al evocarlo.
Es tu mirada una
prisión sin fondo,
el viento
tu libertad.
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