Todo lo mío es tuyo,
yo sólo quiero tu
amor.
que tus labios se
unan
a los míos y sentir
en mi pecho el latir
inquieto de tu
corazón.
Romperme en su orilla
de arena y espuma,
mojarte con el alma,
regar de fuego tu
flor.
Todo lo mío es tuyo,
destino de carnes,
de piel y de aguas,
de arena y de
espuma.
Puerto de mis sueños,
cobijo del sol.
Destino de carne, ¿carnívoros y carniceros?
ResponderEliminarPedo Pablo navega por el mundo de los sentidos y eso nos traslada a cuantos paisajes recorren suss soledades
ResponderEliminarEl cuchillo de los enamorados es otro destino innegable...
ResponderEliminarla hoja siempre afilada, es cierto, pero también es a lo único que no podemos rechazar: somos parte de sus deseos
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