Tal vez Loli me
quiere. Lo que sí pienso es que si elijo a alguna de ellas, no me parece que el
matrimonio se vaya tan rápidamente a pique. De todas formas también pienso en
esa unión para este curso que me habló Sito, pero sigo pensando que no hay
derecho. Será un fingir por parte mía y la vida se marchitará al no encontrar
una respuesta concisa. A mí me duele que esa duda invada su corazoncillo, su
pequeño corazón de poeta, pues fue el primero que conocí y con el que me quedé
más cierto en esta carrera.
Pronto empecé a conocerle y eso es superior a
todos los nombres que llegaron a cruzarse en mi camino. Porque sus palabras
fueron coincidiendo tal vez con otras que yo tenía o esperaba. Mas también eran
de cristal, también podrían ser parte de esa esperanza. Y no me detuve a
preguntárselo. Era ella, mensajera, y la acogí para llevarla siempre.
No hay derecho a pasar sin comprender un saludo
o una palabra, no es necesario ver odio en ella, unos sentimientos puros y
limpios. Ellos te estaban esperando. Conocen esa parte de ti que permaneció
oculta desde que naciste, su lucha por brotar entre sus diálogos todos los
días. ¡Escúchale!, ahora ya está despierta.
Eso de que Pily no me gustaba era falso,
lo que pasa es que no lo sé, no me lo tomé demasiado en serio. No sé si estaría
bien hablarlo con Loli, al menos de ella no quiero perder la esperanza. Me
preocupa Pily. Y eso que si le pregunto por qué echó todo al tajo.
Estoy dudando si afeitarme: lo hice el domingo,
el martes por la tarde, miércoles, mañana por la tarde. No encuentro la
libreta, pensé que se la había dejado a alguien de Vigo y me parece que si.
Bueno, a comprar otra y mañana le pregunto, llevando ésta a Vigo
Mi alegría viene por rachas: ahora estoy en
una, pero me agoniza más el pensar que un día esto se acabe. Bueno, ahora lo
importante es pasarlo bien, ¿no?: esperaremos al mes de Diciembre en que haya
otra fiesta igual. Me quedan cada vez más ganas de bailar con Loli, aunque
tranquilizando a Pily. Bueno, le digo que ahora procuraré estar con ella, pero
el día de la fiesta quiero estar libre. Me extraña eso que dice: “Tú bien sabes
que contigo no me enfado”. No sé si soy un egoísta, creo que tengo muchos remordimientos
de conciencia, son tantos que me hacen dudar sobre la veracidad de cada uno. Y
yo tampoco sé mantenerme firme, me balanceo sin saber a dónde ni con quién.
Llego a ver tantas sombras en mi camino que quieren enredarme. Por eso os
quiero aunque no sé si algún día llegaré a definirme. Ni qué es lo que me pasa
ni qué va a ser a partir de hoy: remordimientos que me sucede cuando no tengo
nada en qué pensar y me hacen sentir impotente.. Muchas veces llego a sentirme
indefenso.
Y te necesito, amor, esa palabra que tú sabes
que me gusta: te quiero. Yo también. A ver si me acuerdo de leérsela a alguna
de ellas. Sabes que pienso en Loli, ¿no?. Es verdad. Me parece que es una chica
tímida, pero los que son tímidos encierran una gran sinceridad por dentro, no
sé dónde lo leí. Y es verdad, me agrada mucho la forma que tiene de cogerme la
mano. Es maravillosa. Me gusta soñar el que pueda conseguir que me dé un beso a
veces.
Por primera vez puedo sentirme guapo en un ambiente. Y
eso es algo bonito. Me gusta.
- No te pongas tan nervioso, tan en tensión. Olvida
todo el follón en el que vives.
Me gusta también la idea de que Pily me pueda
dar un beso todos los días. Bueno, se lo daré yo, pero ella lo toma como algo
bonito. Bueno, buscas animarle, ¿no?. Te gusta marchar corriendo, saltar
aquellos escalones que conforman la acera: están detrás de ti alimentando esa
alegría tuya: sabes que mañana les volverás a ver. Y tú, inconscientemente,
quieres apurar esa vuelta. No está mal, ahora me parece que me gustará más en
esos momentos recordarte todo esto. Ya está comiendo otra vez…
Bueno, me parece que ahora debemos pensar
más en el próximo día en Vigo.
Bailarás con Loli y aún te queda hablar con ella, a
ver si me ayuda a despertar a Pily y encima ellas no me dan de lado… es
fantástico, ¿no crees?. Me dan ganas de decirle a la vida que allí gira en
torno mía; no sé por qué se me ocurren estas ideas: llegan a ser monstruosas.
A gusto y aprendiendo, pudiendo contar con
todas y satisfecho estás deseando mostrar todo cuanto sabes, como en los sitios
que estás a gusto, pero debe ser día a día y debes aprender aquello que te
quieren enseñar. Begoña se puso a mi lado, como me prometió al marchar el
lunes, pero ahora me empieza a turbar la idea que pueda llegar a cansarse. Me
gusta, si, pero en este momento tal vez prefiera más a Loli que a ella. No sé
qué me pudo cambiar, pero me siento distinto a como era antes. Tú también lo
sientes así.
No sé si fueron los destellos, el amanecer, la
felicidad con que penetró en nuestros corazones… Es una fuerza superior, pero
muy hermosa y muy intensa. Te hace despertar cada día: ahora ya vas a poder
contar con ella para siempre. Yo también estaré contigo, porque me gusta verte
feliz. Parte de esa mediación llegó a mí todos los días. Y es dulce, como
siempre he esperado encontrarla. No te alejes: ella mecerá mis noches.
Tanto miedo,
tantas preguntas sin respuesta, tanto no saber el modo de actuar, todo eso han
sido obras por mi cuenta. Tantos momentos indecisos sin saber dónde aflorarían,
no pude descubrir otra manera. La vida es dura a veces, ya lo sé, a mí puede
que me haya tocado una parte de ella. ¡Perdonadme!, si me hubierais conocido
antes, o después quizás, no me habríais sentido de esta manera. Queda
esperanza, si, pero ya no sé dónde puede estar la mía. Tanto cuidar, tanto
cuidar… y descuidé la parte principal de esta vida: el camino. ¡Perdonadme!, no
quiero cortar vuestra alegría, pero ya veis: el mundo se fue volcando y tuvo
que culminar su desolación. Ya veis, sigue quedando mucho por esperar, me
gustaría que lo continuaseis por mí. Yo no sé dónde llegaré a arribar esta vez.
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