Lamentos de noche, lamentos
que son sollozos de perlas,
angustias de tarde, momentos
ornados entre rosas frescas.
Caminos callados en cerros
blancos de rocas y sierras,
duendes falsos entre crisantemos
ornados de rosas frescas.
Horas que son marchitos senos
y solitarias veredas,
minutos que matan el tiempo
y entierran las primaveras.
Sollozos que son carne viva,
se despellejan despacio
y brotan entre la saliva
de sueños hechos pedazos.
-1982 -
Me gusta la animosidad que desprende...
ResponderEliminarEn él no buscaba animosidad
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