Quise detener un nombre maltratado,
un nombre ahogado en
burlas,
quise darle mi canto
a las flores:
que hablasen sin
cesar
pues así lo había aprendido.
Ya no preguntaba en
qué montes, en qué lugares tan apartados…
nada iba a cambiar.
Tuve que aprender un
nombre sin faltas, completo,
el nombre que ya
existía en mi mente
y era el destino de
mi alrededor.
Era feliz
mientras tenía ese
nombre entre mis manos.
Pero quise separarlo
del mundo,
no me imaginé que se
marchitaría con la tarde.
Tal vez no me había
preparado para ello.
-1988-
Es difícil tratar de sostener un nombre indeseado a salvo del mundo.
ResponderEliminarEl mundo es el examen que nos pone la vida: en él estamos desnudos, sin él nos sentimos aislados. Pero casi siempre el mundo es cruel para con nosotros: nos pide respuestas, acciones.
ResponderEliminarAprendemos de la crueldad a vender cara nuestras acciones y respuestas.
ResponderEliminarComo seres de donde fluye la vida, también la luz y la oscuridad es vida, pero nunca nos prepararon para aceptarlo
ResponderEliminar