No sé si existe el
amor,
sólo sé que existe el
deseo.
la carne lleva el
alma
y el cielo es siempre
el cielo.
fue en ti que
descubrí
la fuerza detrás del
beso.
fue en tus senos
perdido
que se expandió mi
universo.
fue la estrechez de
tu ser,
en tus aguas y
senderos,
que mi vida se hizo
vida,
tocando en tu tierra
el cielo.
El desamor es otro cielo que nos toca tarde o temprano.
ResponderEliminarIgual que se afronta el amor deberíamos aprender a afrontar el desamor, pero siempre nos pilla desnudos en la nube de los sueños y el batacazo nos despierta bruscamente y nos descoloca. Vemos el amor como un tronco robusto y formado cuando no es más que el oasis en el desierto. Nos asusta la soledad y a veces tenemos miedo de nosotros mismos
ResponderEliminarEl desamor es otro tronco robusto, pero seco, que suele caerte encima sin avisar.
ResponderEliminartienes razón en lo del tronco robusto, pero también es verdad que está ahí para enseñarnos que algo no tenemos ordenado dentro de nosotros. No es bueno poner toda la madera de ese tronco en media parte del amor, también a nosotros nos implica
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