no me parece que pueda ser toda aunque tú lo
creas así. ¿Y cómo decírtelo?: lo que quisiste fue intentar hacerme más
despierto… bueno, pero debí preguntarte por qué en primer lugar atacaste con
amenazas.
Padre, creo que te pedí un día por haberle
pegado a Sol, que es el periquito, la comida. La señora fue lo primero que me
ofreció y tan rápido no pudo concebir una estrategia. ¡Qué cerda!, ya ves cómo
es la gente. ¿Es tan malo confiar?, ¿es tan falso?... creo que se lo preguntaré
a Alicia.
Yo cambié. Ahora me aparece otra
pregunta: ¿o soy yo quien me complico la vida?. Mi tío mejoró, creo que va a
venir pronto.
Le recuerdas a ella en estos momentos, ¿no?.
Todo lo que te dijo… No lo puedes resistir. Sabes que tu corazón está en su
alma a través de la melodía que estamos escuchando. Después no os unirá y será
también cuando más la necesites. Tendrás otras, espera al nuevo día.
Lo primero que llevé
fue el jersey. Fue lo diferente. Bah, me gustó. Blusa, pensaba, los guantes,
pensé que era un calzoncillo que se sujetase. Y monté la historia en mi mente
al ir por la calle.
Quizás lo que me aniñaría sería llevar los zapatos y
decir: “Yo, estos zapatos, ya los conozco”, porque me imagino lo que me dirían.
Creo que me animé un poco por Quico. Me cogió los demás regalos para
llevárselos mañana. También pensaba hacer otra cosa: como antes dijo que
tomábamos la leche todos… me parece que le entendí “juntos”, iba a la
habitación y les preguntaba ¿dónde me siento?, y pedía la leche. Pero también
estoy indeciso.
Están las tres chicas de Nigrán. Me cuesta
soñar con ella. Llegué casi a la hora. Me dijo un tío suyo que ella había
venido… me alegré más al verle, pero lo pasé un poco mal, decía: “otro día
será”. Cuando terminó la misa me dijo que si le hacía más caso Julia que a
ella. Le respondí que no. Queda mucho por decir. Necesita mucho cariño. Soñé
mucho, pero siempre serán sueños imposibles como pensé en la misa,
también el chiflado tiene derecho a soñar. Voy a ver un poco más a Ali.
Fui… al principio estaba con Bety y se acercó
Javi para decirme que bailase con una chiquita más bajita. No había empezado el
grupo, me extrañé pero bailé con ella. Empezaba bien. Quedó para encontrarme
allí el domingo; eso me animó. Me decían que no, pero bueno. Loli, una, le
gustaba un chico, Betty varios y al final se enfadó porque siempre estaba por
allí. Bueno, me gustó, ¿no es eso lo que le pido?. Marchaba a las nueve y digo:
“Vi a… en las sillas sentada, entre las dos pistas. Me senté, le gustó hablar.
No quería bailar, pero al final lo hizo: una por mí y otra por ella.
En una mesa al lado había dos vasos, de una
pareja, pues bebí de ellos: me había animado. Le dije que el domingo próximo
iba a ir a Madrid a operarme de la cabeza. En un primer momento me pareció
creérselo, aunque ahora pienso que no. Uno de los temas que hablamos fue el de
que quería llamar novia a quien supiese que lo iba a ser, no sea que me dijera
que no: sólo me faltó pedírselo. Bueno, otro día: me hubiera dado un beso, te
lo juro, y había ido. Bueno, ya pasó… me gusta hablarte de “si me lo…” para ir
introduciéndome más en un presente. Una buena pregunta sería ésa: ¿yo contesto
siempre o vosotras no os ponéis a escuchar?.
Ya estoy en Vigo,
ayer no fui. Por un lado fue bueno, porque me afeité.
Traje dos tomos y empecé a buscar los que hablaban de
la amistad. En el bar Esquina la chica, por verle, y fui as la librería, me
encontré al chico.
- Ya pasó lo de ayer… ¡Olvídalo!, hoy vamos a salir.
Descubrimos el secreto de estar todos los días contento. Ya sé que eres tú
quien me ayuda… no importa, somos nosotros dos. Ya viste, Paz y Loli no fueron,
podías haber ido a Vilariño con Quico: piensa en que se volverá a hacer el día
de Reyes. Y al siguiente: Vigo; ya sabes que no podemos estar tristes. ¡Mira
qué bien lo pasaré allí: sólo José Ramón, Julia, Teresa, Jacinto y el peque!.
Piensa en lo que pasó: no bailaste con Tere, aunque se intentó. Te vale eso.
Y ahora: conmigo. Ya viste que creíste no ir a
Vilariño porque llovía, pero paró de llover. Bueno, vamos a salir, no sea que
pase algo. Ya no puedes estar de malhumor.
Se lo preguntaremos a Alicia en el País de las Maravillas, donde los padres maltratan periquitos.¿Es tan malo confiar?, ¿es tan falso?..."
ResponderEliminarEstos zapatos, ya los conozco -diría Blancanieves.
También el chiflado tiene derecho a soñar pero serán sueños imposibles.
A veces lo imposible se hace realidad con sólo que alguien crea en ello. Jean está empezando a enamorarse, a separar la realidad del corazón de la realidad que le llevaba por el camino de los sueños. Y todo lo que piensa y siente está enfocado a encontrarse por dentro. El camino pues está empezando. Poco a poco irá encontrando su camino
ResponderEliminar¿Cuándo no estuvo Jean enamorado? Las mujeres son un tesoro difícil de entender y más difícil de conservar. Creo que Jean andaba un poco desenfocado pero por suerte el camino siempre nos encuentra.
ResponderEliminar