Mi yo ausente de ti,
mi ser extraño de
todo,
de todo perseguidor,
insípido
e incoherente.
Una canción
con aire de los sesenta
vino a su mente, caprichosa y tenue.
Me buscaba y fui
cediendo a su ocaso.
La noche, como
una mujer impetuosa,
me engulló entre sus
brazos
y me dio a besar su
boca, su ser frío,
su piel de barro.
¡Ahora sé a qué saben
los labios de la
muerte!.
Pensé que te habías evaporado como en las ausencias de Ulises. Esperaré tu comentario para poder definir este poema!!!
ResponderEliminarUlises nunca se evapora, ya lo ves, yo tampoco. Ulises está´pasando por la edad de los finales estruendosos, mágicos, sonoros... pero asimismo distantes de la realidad. "Los labios de la muerte" es una imagen muy light, muy más allá... pero todos intuimos lo que nos quieren expresar. De todas formas, yo me quedo con las majestuosas imágenes primeras, muy bien trenzadas y dispuestas. Yo diría que Ulises está buscando su propia originalidad y eso me parece interesante.
ResponderEliminarParece que los labios de la muerte, por lo irreales, son atractivos
Sucumbir es uno de los atractivos de la muerte!!! Las rocas de la fotografía dibujan también esa ausencia!!!
ResponderEliminarRaúl
En el poema de Ulises, la muerte no señala un final, sino un principio; "los labios de la muerte" como el engranaje de donde emana la vida. Su ser frío y su piel de barro no son imágenes definitorias; al contrario, pudieran ser indemostrables.
ResponderEliminarUlises nos relata una de las que ahora podríamos llamar "cita a ciegas", lejos de toda realidad. La noche y el poeta eran uno sólo, el poeta y su identidad
Una cita a ciegas con un final tétrico, pero supongo que tú conoces mejor a Ulises e identificas su caída con la génesis!!!
ResponderEliminarUlises habla más por lo que no dice que por lo que dice. Esto es algo retórico, es verdad, pero según los ojos de quien lo ven. Yo le entiendo cuando dice "Mi yo ausente de ti" como una imagen personal, y después dice "Vino a su mente" como queriendo huir de ella.
ResponderEliminarClaro, me dirás que ahora habla de una mujer, pero es que en esa mujer percibo la desdoblación de su yo, algo muy interesante.
Y es que Ulises se está haciendo mayor