De color de aguamarina,
vestiditos de coral,
y un olor a perla
fina
duerme el pueblo bajo
el mar.
Ya
los laúdes resuenan
melodías de cristal:
las que vienen traen
consejos,
silencios las que se
van.
La orilla
malvada no existe,
sólo es un mito
irreal,
y las aguas me lo
dicen:
"Descansa, que
aquí hay paz".
Y la luna se
recuesta
sobre el agua, para
escuchar
lo que por ella no
entiende:
el mar se lo
confesará.
Murmullos que
son silencios,
silencios que son
verdad…
de color de
aguamarina
y vestiditos de
coral.
-2011-
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