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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



jueves, 26 de septiembre de 2013

Hay algo escondido que no entiendo




Hay algo escondido que no entiendo.
Es bello,
pero no sé por qué está condenado
a seguir oculto.




No voy a dejar de escribir
por estar cansado de estar aquí: sentado
en este portal.
Ya salieron varias personas, aún siguen saliendo,
también se ve un poco de juventud.
Pasan muchas verdades seguidas;
¡qué difícil se me hace conocer una sola!.




Me agrada su forma de expresarse,
su sonrisa, esa mirada entre pícara y cariñosa,
su carácter,
la alegría que reluce en su rostro.
Me agrada cuando habla conmigo, su dulzura,
y cuando no, cuando la miro de reojo
                                  y todo el universo quisiera reunirse conmigo.


8 comentarios:

  1. Yo las vería como entidades separadas, independientes (cada una ostenta una fuerza suficiente como para ser una unidad definitiva). Ya te he comentado, en otra sección, que para mi constituyen un verdadero descubrimiento (un universo destilado en unos pocos versos no carentes de sencillez y plenitud). Esta es una senda que deberías dejar abierta pues, a mi entender, es merecedora de lo sublime.

    Solo retocaría algo el último poema para otorgarle algo más de resolución y peso (siempre desde mi punto de vista, obviamente):
    "Me agrada cuando habla conmigo, su dulzura,
    y cuando no, cuando la miro de reojo
    todo el universo quiere reunirse conmigo".

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  2. Si, son entidades separadas, claro que si: comprendidas en su unidad. La razón de escribirlas juntas es la rotundidad reducida a la mínima expresión: te dejan un aliento prometedor y una edulcorante savia, pero te deja también poner tú el resto: un sueño.
    Comparto contigo ese pequeño universo del que me hablas, a veces cuando estás en medio de lago no sabes ver la hermosura de la orilla: eso es algo que tienes más facilidad de captar tú, pero sí te digo que de todo es bueno aprender aunque no todos tenemos idénticas cualidades

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  3. Puede que capte algún tipo de hermosura desde la antena parabólica de mi mente, pero no siempre observamos con la prudente suficiencia: quiero decir que la belleza no es igual para todos y esto constituye un matiz.

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  4. Si la belleza fuera igual para todos, ¿dónde estaría entonces?, ¿qué cosoderaríamos como feo?. Es bueno que sea diferente, para que la vida sea un alimento continuo en los valores del alma, para que todos le aporteemos vestido nuevos (cada uno según su alma). Yo lo que aprecio es un punto de vista de poeta, o sea, no identificándose con la realidad, pero a la vez definiéndola desde más adentro, desde el punto en que la sientes parte de ti: es como hablar de una niña y narrar lo que siente pero a la vez vivirlo porque sabes que vivirlo es lo que te da fuerzas. La niña no desaparece, se queda contigo: sólo le habrás robado un pedacito de su alma y ella lo sabe porque tú siempre has respetado su espíritu.
    Y así siempre os estáis construyendo, con figuraaaando

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  5. Si la belleza fuera igual para todos, ¿dónde estaría entonces?, ¿qué cosoderaríamos como feo?. Es bueno que sea diferente, para que la vida sea un alimento continuo en los valores del alma, para que todos le aporteemos vestido nuevos (cada uno según su alma). Yo lo que aprecio es un punto de vista de poeta, o sea, no identificándose con la realidad, pero a la vez definiéndola desde más adentro, desde el punto en que la sientes parte de ti: es como hablar de una niña y narrar lo que siente pero a la vez vivirlo porque sabes que vivirlo es lo que te da fuerzas. La niña no desaparece, se queda contigo: sólo le habrás robado un pedacito de su alma y ella lo sabe porque tú siempre has respetado su espíritu.
    Y así siempre os estáis construyendo, con figuraaaando

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  6. La niña del exorcista, diría yo, a la que no le importa que le roben parte de su espíritu (es lo que se llama posesión). El poeta es un poseso, obviamente también un ladrón de afectos, un atracador con dulces y golosinas infantiles que vive en el alma de todo sin llegar nunca a nada. Ese pedazo de cielo que es capaz de hurtar a los Dioses es su única patria.

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  7. No sé si el poeta es un poseso, quizás de alguna forma si, pero la niña fue poeta antes que niña, porque concibió una realidad muy diferente a la realidad que acabará viviendo, una realidad que es su mismo interior inocente.
    El poeta se construye su propia mansión de sueños y de ilusiones, de festejos navideños y de reyes magos... y los comparte con el universo. No lo roba, lo pide prestado porque sabe que en su camino devolverá todo lo que consiga: él no lo quiere hacer suyo, sólo busca que su camino le transforme a él y le haga un ser nuevo.
    No llega nunca a nada, cierto, pero lo que ha vivido lo volvería a vivir una y mil veces y en todas conseguiría extraer de un vacío caminos diferentes. Su vida ahora es eso: modelar objetos hechos de palabra, describir el que hay en su interior.
    Todos estamos poseídos de alguna manera por algo externo, pero lo hemos identificado tanto que ya no somos capaces de verlo como posesión

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  8. Generalmente te entiendo y me agradan esas imágenes tuyas de tesoros y reyes magos; y, sobre todo, de ese Robin de los bosques que hurta primaveras y devuelve flores (o sisa cortesanas y agasaja engendros de juvenil exaltación). Lo devolveremos todo mil veces pues estamos de acuerdo con la dación en pago, ya que los bancos no merecen ninguna navidad.
    Me siento identificado con tu última frase (poseídos y posesos), hombres gentiles en la mansión de los sueños en ese camino de transformaciones.

    (Enmarcaría tu comentario como una verdadera alhaja pero barrería a la "niña" de un escobazo, siempre con tu displicencia).

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