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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



viernes, 26 de julio de 2013

Al parecer, mi padre está recogiendo papeles por la finca

 bueno, la verdad es que yo no lo hago, pero en fin. Me aturden tanto la cabeza, que ése es un trabajo sencillo y no me causa trastorno, pero me olvido. Ya me duele otra vez el dedo pero estoy feliz. Enterré la gallina y termino de quemar. Tengo una azada cerca y tengo miedo. Voy para casa, no se me ocurre nada. Arreglaré el cuarto. Quico está en la cama, o sea, yo arriba, con las cintas. Le dije que eran las once y me marché. Bueno, me contestó, ya llamé. Busca una agenda negra que hay en la mesa. Luego me dijo: “En ésa no, en la otra”. A pesar de no haber luz, veía. Pero no estaba. Me dijo: “Marcha”. Pero me iba disgustado.
    Cada vez que hago uno o lo preparo, me acuerdo de lo que dijo: “Esos son para vender tú”. Me parece que ya no va a hacer falta. Estoy esperando a don Ramón. Si te hablara antes te diría que estaba disgustado, porque teniendo el dedo como lo tengo y andando de la forma que ando, me preguntan por la regadera. Estaba en las gallinas. Pero tuve que ir yo. Por la mañana, fui a buscar la leche, quemé plásticos y fui a continuar el cesto. Pero llegó mi madre y le dijo: “Todo el día dentro de casa, pero a saber qué estará haciendo”. Y me callé. Pero tampoco pasó nada, así que no importa. Pero me parece que hice mal callándome, porque me parece que es el no empezar desde el principio.
  Fui a comprar el periódico. Fui cojeando, me importa un rábano lo que piensen los demás. Le cogí el cambio sin fijarme en lo que me daba. Confiando, así espero que lo entiendan todos. Y yo espero que a don Ramón no le importe el pie sucio. No le importó. Agua solamente. En la playa o en casa. Me dijo que no es muy serio, no está muy crecido. “Hueles a sudor a reseso. ¿Te bañaste ayer?. ¿Tú crees que bañarse es sentarse a escribir poesías?”.
  Si hablas con Quico te pones más seria, conmigo más zorra. Si, me bañé ayer. Pero tampoco le pude contestar. Hipócrita, ¿qué es lo que decías tú?: te diré cuando ocurra. ¿Me dejarás contestar?.. Ahora que recuerdo, ayer no me bañé, sólo lavé un poco los pies, pero ella no lo sabe. Puede ser que alguna vez vaya al baño y escribir, cuando meta el pie en un cacharro de agua salada. Hasta puedo guardar el agua en una botella grande, mejor en un cubo. Incluso pueden saberlo ellos. La idea ésa de que me prohíban salir, deja que se atrevan.
  Los padres muchas veces son inconscientes de lo que haces, ¿no?. Entonces me dais pena, os aprovecháis de todo lo que Dios os dio. Era demasiado inocente antes y por inocente me pasó lo que me pasó, que me fueron convenciendo. Comprendo más por qué decía en un cuento: “Enamorado de la vida”, fue la única que me cuidó. Y lo sigue haciendo. No sé si soy digno para resultar elegido. Quico dice: “Soy tu preferido porque soy quien más habla contigo y nadie no se pregunta “por qué”. Entonces, ¿por qué voy a ir de cabeza preguntándomelo yo?. Lo que más me gustaría sería poder escuchar música y ni eso puedo hacer. Entonces, ¿qué me vas a decir?. Fingimientos.
  Bueno, no sé qué fue lo último que te dije. Estuve configurando dos bases. ¿Sabes lo que hago?. Aquéllos que me quedaron mal: la que los tiene muy separados y las que se rompen en un agujerito, las corto y hago otras más pequeñas. Ya se me ocurrió una idea, pero al poco la olvidé. No puse el pie en agua con sal. Bueno, anduve de forma que no me doliese. Lo pienso hacer aquí, en casa. No, no puedo correr. Espero que les gusten los espejos, me acuerdo mucho de ellos, pero tampoco tiro el día de ayer por la ventana. Fue una estrella que pasó, una sonrisa que quedó orgullosa de volver a encontrarse conmigo. Se hubiera quedado triste si me encontrase dormido. Nada esperaba, pero la vida es el ánimo que yo esperaba, siempre lo será y ella lo sabe. Por eso me gusta repetírselo cuantas veces quiera. Puede que muchas no sean necesarias, pero tampoco es necesario el mundo para comunicarse con ella. Bien sabemos qué es lo que nos une. Es una historia que me repite que ella jamás estuvo lejos de mí, que a ella le gustó mi compañía. Somos dos y toda la vida que se mueve a nuestro alrededor está en sus manos.





4 comentarios:

  1. “Hueles a sudor a reseso. ¿Te bañaste ayer?. ¿Tú crees que bañarse es sentarse a escribir poesías?”.
    Somos dos y toda la vida que se mueve a nuestro alrededor está en sus manos.

    -Escribir poesía es una forma de bañarse por dentro, sacudir el moho interior que nos infecta el alma.
    -La vida es la incógnita de la ecuación a la que no podemos dar un valor nominativo o numeral.
    -Los poetas apestan antes de lavarse y después de la oblación nos prometen nuevas suciedades.

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  2. Escribir es darle sentido a lo que no tiene sentido: un sueño cobra realidad, algo inanimado se hace vida propia: escribir es crear de la misma forma que hizo la naturaleza con nosotros, que nos creó.
    Vivir la vida es vivir lo desconocido y ser parte de lo conocido, de la misma manera que nosotros estamos inmersos en él y somos "conocido" y "desconocido" a la vez. Viviendo esto entenderemos mejor por qué razón las personas adoptan una u otra cara de la misma moneda: lo desconocido es lo que nos mueve, lo conocido es lo que aceptamos aunque no logremos entenderlo. sentirnos poetas es sentirnos capaces de transformar el universo

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  3. Creo que escribir es justificar lo justificable. Con el sentido y la sensación creamos esos sueños que uno mismo alimenta y nos alimentan. Vivir es redundar en el tiempo, aun creyendo en el milagro. Ser poeta es sentirse crustáceo en el ágape del universo (eso si, una especie de lubigante con un sentido profundo de la abnegación, la soledad y el destino, en una pecera de restaurante). La naturaleza es solo un intermediario.

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  4. Muchas veces el hombre normal se queda sin los sueños del poeta, aunque algunas veces los necesita. Pero no se intercomunican a través de las palabras porque ninguno de ellos sabe de la existencia del otro. El poeta siente más la soledad del universo, cuando se siente solo están juntos por ejemplo, algo que el hombre normal desconoce. La naturaleza no es sólo intermediario: es un alma. Igual que mientras que haya aire habrá alguien que viva del aire, mientras alguien se haga una pregunta, habrá quien busque respuestas

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