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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



domingo, 9 de diciembre de 2012

Cuando Malena dijo aquello


  
Cuando Malena dijo aquello, pensé: No será verdad. Pero bueno, ponla. Después, cuando era ya a comer, sólo había puesto silla para Quico, mi madre y ella. Y así lo dije preguntando por mi banqueta. Pero ya había la dura donde los pájaros y el suceso no pasó a más. Después de la película, cuando había metido esos vasos, me acerqué a Malena a decirle: “¿Y dejas que la recoja ella?”. Pero no lo oyó, se puso a chillar antes y yo tuve la culpa. Me dijo mi madre: “Vete a buscarle verdura a los conejos. Y cuando vengas, te daré otro trabajo”. Le quise responder que no hacía falta, que iba a hacer los mimbres. Pero no me oyó, seguía chillando: “Ya estás contestando. Que tienes 24 años”. Cuando entré vine a hacer los mimbres al fallado y por tres veces subió Malena. La primera escondí la libreta, después ya no y lo hacía con mala intención. Subió mi madre: la escondí. Ella dijo: “A ver si te limpias los pies al subir, que llenas las escaleras de tierra”. Instantáneamente contesté: “Pudo ser Malena, que subió tres veces”. “Pero ella no viene de afuera- afirmó. Víbora, que tenéis la lengua de víbora. Sobre todo tú”.

  Ayer, cuando llegó Quico por la tarde, me dijo que empezaban las reuniones en Sabarís. Fuimos los dos juntos y eso me animó. Nos separamos para la misa por Rosa en San Pedro. Él llegó, yo ya estaba preparado. Me pareció oír que se iba y yo había ido a buscar un pañuelo. No me fijé en que aún no debía de estar preparado. Le dije que había pensado que se había ido. “No sé si te haces el subnormal profundo”, pero sé que lo dijo en broma.

  También empiezo a dudar porque me dijo que ayer no vinieron las jornaleras porque no tenía dinero y fue una excusa decirles que no estaríamos en casa. Empiezo a dudar si no sería por la misa de Rosa. Ahora ya aprendí a pasar un poco de ella y todo me va mejor. Me gustaría, cuando empezase a chillar, ponerle ejemplos, incluso decírselos en el momento, pero siempre se me pasa la oportunidad. “Ahora vas a regar, me quedo yo en casa”. Bien, iré a regar, pero me parece que no hay nadie en la tierra que me impida dejar de escribir. Si es muy importante, incluso hay veces que no lo es, me meto en el baño a hacer del vientre. Si es importante, puedo llegar a fingir. Y si no, para ocupar el tiempo.   Y, al salir, si hay alguien en la puerta, guardo la libreta en el pantalón. Esta mañana, al marcharse Quico, me dijo: “Ahora vas a regar”. Yo me dije: “¿Qué hacemos?. Hace mucho que no regamos los tomates de abajo”. Pues vamos. Y los regué. Después unas dalias que había bajo la ventana de mi madre. Eso lo había dicho ella, pero ya que me quedaba de camino lo hice.

  Después subí y me dijo que me preparase a bajar para llenar antes la lechera. Fui a entrar al baño a hacer vientre y ella me dijo: “Nada de libretas”. ¡Bah!, sólo se supone. Muchas veces pienso que le es mejor pensar de esa forma. Y como tú lo piensas es lo mejor. Pues no. No tenía nada que escribir. Por eso no la bajé a Ramallosa.

  Quien me animó bastante en la Junquera fue aquella chica de la comisión. Me había sentado a escribir. Me preguntó: ¿Qué escribes?. Y se interesó cuando le respondí que un poema. Me dijo que le llevase algunos a La Junquera y ella me traería de su hermana que le gustaban mucho. También dijo que iba a poner mi nombre en ellos. También pasó Ricardo y me dijo que ya estaba escribiendo.

  Ahora quiero hablar de ti y no puedo. No sé qué es, se parece a una especie de barrera que me bloquea la mente. No sé si lo que quiere es alejarme de ti. Pero comprendo que no sabiendo, no le llego a dar respuesta a nada. Temo que mi respuesta sea un error. ¿Cómo voy a podérsela mostrar a nuestro alrededor, si en el fondo no tiene respuesta en sí?. ¿Cómo?. Sólo sé que quiero hablar de ti, contigo, decirte algo, y no puedo. No sé qué poder decirte aparte de lo que ya sabes.

  Es ese instante el que no me deja pensar, el que hace estar muda mi mente. Déjame salir de él. Sé que después voy a tener miles de palabras. Veo tan fácil todo, que me parece que también me hago en parte fácil como ella, sin tener mucho en cuenta la distancia de mis palabras. Y mojo todo lo que toco. Veo tan fácil la luz, el cielo, el paisaje, todo eso que me hace ver fácil nuestro alrededor y nuestra vida, para acabar sin saber por dónde concluir. Sólo hay una salida, y debo continuar mojando todo. Mojándolo… de muchas cosas, de muchas ideas: mojándolas tal vez sin razón. Hasta que llega el día de ver por qué la mojé. Y mojo todo cuanto he descubierto hasta ese momento.

  Cantando, en todos mis viajes quiero tenerte a mi lado. Canciones de amor, un día os quise, ¿sabéis?. No, no habéis pasado de mí. Y si es verdad que Chicha dijo un día de mí que yo era muy pesado, de ella lo creo, pues peor para ella, ¿no?. Menos los aguanto yo. Aunque me da pena que aquellas palabras no conozcan la realidad puras, si no me parece que serían muy buenas compañeras mías. Compañeras de toda la vida. Miro la luz y también quiero estar con ellas. No me importa lo que piensen quienes las pronuncien, para mí sólo están ellas a mi lado. Ellas mismas saben desembarazarse de todo el rencor que determina su origen. Quieren hacerse compañeras de la sonrisa. Todo ese malestar, ese tiempo perdido, y eso puede hacerle daño a quienes le sigan. Ellas mismas podrían estar satisfechas de todo lo conseguido hasta estos momentos. Cuando continúes, otra libertad les estará esperando.

  Hay algunos programas de televisión que sé que a mi madre le gustan. La verdad es que siempre que van a empezar me quedo intranquilo si ella no está allí para verlo. En el programa de José Luis Moreno cantaron la canción de No llores por mí Argentina. Recuerdo que antes me encantaba coleccionar canciones en una libreta: ésta también. Me gustaban sobre todo aquéllas que no rimaban, o sea, aquellas que no repetían mediante cuartetos y rimas, se hacían mimosas. Y ésta, cada vez que la cantaba, me hacía llorar. Hoy la oí y me dio pena haberla roto, a ver si intento recordarla. Me gustaba mucho antes jugar a la Eurovisión, por las noches, bajo las sábanas, las canciones que conocía. Aprendía a anotar las palabras por sus dos, tres, o incluso primera letra. Escribía más rápido. A veces. La aprendía de oír varias veces.

4 comentarios:

  1. Ya decía yo que hacer de vientre tenía que ver algo con la poesía!!!!
    El poeta es "profundamente subnormal", es un gran elogio no ser vulgar.

    Nada vulgar:" Sé que después voy a tener miles de palabras. Veo tan fácil todo, que me parece que también me hago en parte fácil, sin tener mucho en cuenta la distancia de mis palabras.
    Veo tan fácil la luz, el cielo, el paisaje, todo eso que me hace ver fácil nuestro alrededor y nuestra vida, para acabar sin saber por dónde concluir. Sólo hay una salida, y debo continuar..."

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  2. Apenas hace unas dos horas que subí este texto y ahora, que me iba a afeitar, quise ver si tenía algún comentario. Me alegró leer el tuyo, Raúl, y me alegra también ver que estás tú conmigo. Si un poeta que habla de la soledad en que vive, cree de verdad que está solo es que no es poeta ni siente la profundidad de la soledad. Porque estar con uno mismo es lo más hermoso y perfecto que existe: apreciar todo cuanto nos rodea como un Todo de narmonía y equilibrio.
    Y es que muchas veces en los momentos más profundamente nuestros hallamos la explicación que más nos hace comprender

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  3. Nunca estamos solos, siempre hay miles de ojos que observan lo que hacemos en este mundo de lo evidente(incluso en el mundo de lo invisible). También me anima comprobar tus respuestas!!!

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  4. Me gusta que estés ahí, Raúl, porque sé que hay muchas partes del escriton que te han de gustar. Nos vemos en la siguiente

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