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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



martes, 20 de septiembre de 2011

Yo, amor


Yo, amor…no sé sembrar de otra forma

Yo, amor…no me apasiono de otra forma
Renuevo la piel
Me rasgo toda
Libero las manos con marcas de sogas
Dibujo otros labios
Vendo mi boca
Los besos cabalgan…
Dejo en los vientos mis vidas todas…

Yo amor…no tengo dos almas
Pero ésta que tengo
Aunque poca cosa
La metí en tu bolsillo 
Para no estar sola
Ahora amor…llegado tu día
Regrésame el alma
   Aún tengo otra vida…


4 comentarios:

  1. Interesante. Tienes que publicar algo más...

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  2. Si, es verdad, Raúl. Siempre pienso que la poesía se alimenta de otras lecturas semejantes y por ello quise añadir un correo, para dar paso a colaboraciones. Me gusta ir añadiendo con el tiempo otras aportaciones diferentes y me gustaría que esto enriqueciese el espacio que compartimos. Seguro que Mayte se sentirá halagada con tu comentario cuando se lo diga

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  3. halagada? sorprendida quizas, solo soy una profana en esto, solo se expresar lo que siento, nada inmenso, nada fuera de lo normal,me limito a ser gigante cuando la vida me hace pequeña, a introducir la garra del desespero, a veces, en mi corazon y sangrarlo de sentimientos... a ser ese parasito que te cura chupando en un beso el llanto... dolor...amor... es la vida, lo natural, el sentir del alma, el amar, el vivir, mirar... yo no soy poeta, no se de eso....

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  4. No hace falta ser alguien inmenso para comunicar con el alma de los demás, Mayte, ya lo ves, sólo ser una luchadora como tú lo eres y ver la realidad desde unos ojos blancos como los tuyos; lo demás ya viene solo. Y ese espíritu que le imprime fuerza en las palabras tú lo tienes

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