Mis ojos te besan,
silenciosamente,
entrando por tu piel
y tus poros
para tocarte el alma
y confundirse en ti
en un abrazo intenso
que borra la distancia.
Mis manos se proyectan
hacia ti como una mirada.
Rozo tu cuerpo con mi mente.
Eres flor sutilmente mojada
por mis deseos y la luz del alba.
Mis ojos te besan
y mis manos te llaman.
El amor renace
en ti cada mañana.
Su mirada es reticente.
ResponderEliminarBien aqui vamos felicidades
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