Te di un beso en los labios y al instante
me quedó tu ausencia impresa en los míos,
atándome.
Y de lo que sentía
prendí mi vida, de unos besos tan tiernos
y dulces,
casi místicos.
Te besé en la frente y de tu ser
extraje
algo más que mi tiempo…
y buscaba el universo en mis labios;
en los tuyos
un pedazo de mí mismo.
Llevo ya unas semanas que no te comento nada (estoy en una especie de impás) Esa descripción de los labios me recordó a algún poema de Whitman con su fructífera exaltación del cuerpo.
ResponderEliminarLa verdad es que ya te echaba de menos, Raúl. Te tomaste un tiemnpo para ti y eso me parece bien. WHITMAN fue un gran poeta, no sé si puedo compararme con él, pero me ilusiona que hayas visto una semejanza entre su poesía y la mía
ResponderEliminarMuy bonito.
ResponderEliminarAlgunas veces necesito experimentar nuevas sensaciones, Jonathan, nuevas experiencias, darles otra forma. Me agrada que te guste lo que escribí, amigo
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