Me costaba seguir tus
órdenes
mientras
estaba bajo el fuego de la batalla
y
mis manos temblaban al querer avanzar.
Me
costaba seguir tu gobierno
agarrado
al fusil que me había puesto la vida,
que
me hacía recular
mientras
todos avanzaban.
Era
incierta tu voluntad
y
la mía también era incierta,
por
eso me costó seguir a sus órdenes cuando quiso
escucharte.
No
supe ser yo.
-2020-
Nunca sabremos ser nosotros!!!
ResponderEliminarMuchas veces escapamos de la realidad que vivimos, pero porque pensamos que la otra es mejor
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