Llegará un
día
en que respirar
el aire puro se pague
a precios
desorbitados
y también un día
en que esos precios desorbitados nos parezcan razonables
porque el dinero
ya no tendrá valor.
Llegará un día en
que pelearemos
para mojar nuestros
pies en el agua
y el agua será lo
más preciado que nos quede
y cambiaremos
agua por silencio
porque ya el
dinero no exista…
ni nos separe.
-2019-
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