Nace febril la sacra lengua mía,
génesis de unión y de cultura,
cantera inmaculada en poesía,
sublime mi cantar si la procura.
Luciente lengua prolífica y radiante
que del sentir aproxima la distancia,
construida de vocal y consonante
te cultivo con amor desde mi infancia.
Sonoro acento del amor ferviente
que el niño con ternura balbucea,
en mi poema es inagotable fuente,
en mi patria inmortal
¡bendita sea!
Expresión del ser que da sapiencia
y desnuda el alma en su proclama,
si tesoros me piden como herencia
mi palabra brillará como una llama.
Alberto
Villegas Villegas. Derechos reservados de autor.
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