Ojalá
nunca olvides al
nombre sagrado de las cosas
cuando tengas que
marchar. Y en tu camino
encuentres las sendas
allanadas
de esos otros
que no pudieron
seguirte.
Te pido
que seas valiente
cuando tomes alguna
decisión.
No renuncies al
nombre sagrado de las cosas, al nombre divino
de los senderos,
al amor que llevas en
tus entrañas
Y ES DIOS.
-1990-
Siempre olvido el "nombre sagrado de las cosas", pero gracias a ti aún las puedo recordar... Dios ha escrito su Nombre en nuestras entrañas, la afirmación y la belleza de la vida.
ResponderEliminarPor eso estos años marcaron un antes y un después en mis poemas... y en mi vida.
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