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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos



martes, 15 de enero de 2013

No sé por qué pero me gustaría que esto no acabase jamás

Me pidió el botón de una camisa, tenía que subírselo arriba y, aunque le pregunté a Malena dónde solían estar, los busqué por las tres cajas. Sólo hallé dos. Podía tener yo alguno en la mesilla, tenía uno y me alegró. Subí, también estaba mi padre allí. Cuando se los di me dijo: No sales hasta lavarte yo las manos. El tono era suave, así lo entendí y las miré. No estaban tanto como hacía unos días, pero estaban más en los dedos. Mi padre dijo: “Espera, que está buscando una explicación”. No me gustó tanto eso. Parece como si él siguiese como antes, aunque menos. De todas formas, aún es pronto. Pasó un día y, como me dijo ayer Antonio, suponía que pronto iba a pasar todo eso.

  Pasó un día, el mayor cambio, es que la noto más tranquila. “¿Qué le pasa ahora a éste?”, me dijo mi padre. No, me parece que él no cambia tanto. Bueno, no importa, es mamá la más importante en estos momentos. Está más tranquila. Nos ha engañado a los dos. Me da pena haberte dado esperanzas. Yo estaba totalmente convencido. Y te lo dije a ti también.

  Pero creo que nos faltó algo. Parece estar tranquila mientras todo vaya bien. En la cinta de flores de la puerta, la última de abajo empezaba a estar seca. Y estalló. Ayer por la tarde, subí a escribir después de comer y bajé sobre las seis. Iba a regar. Como eran las seis, le dije: Aún me da tiempo a escribir uno y bajo. Bajé sobre las seis y media. Y regué. Hoy, al enfurecerse, dijo: “Bajaste a las ocho, cuando vino tu padre. No regaste”. Incluso ayer noche, cuando entré después de regar los pimientos y los tomates, al final acabé comenzando a hacer hoyos, me dijo: “¿no te dio tiempo a regar, no?”. Le contesté: Si regué…, pero no me dio tiempo a más, porque quise regar así para ver la película. Y ya había empezado. Iba para la de color.

  Nos ha engañado. Y dijo: “Sé que cuando me vaya vas a empezar a escribir. Pobres animales. No vas a atender ni a las gallinas…”. Creo que por donde podía empezar a hacerme daño era por las mentiras. Y me parece que son los perros. El viernes le vi empezando a regar esa cinta. Supongo que debí acordarme de ese “no se atreverá”. Otra vez la culpa fue mía. El agua se pierde. Quise hacer un hoyo con el sachito y me parece que dañé una raíz aunque no quería. El sachito estaba tirado ahí, junto a las moreras. Tenía razón Antonio. Una pregunta y una respuesta. Me acordé de Quico. ¿Sabes cuándo seré mayor?. Cuando logre escapar de la tensión de mi madre. Y eso no sé cuándo ocurrirá. Y se acerca el día de mi cumpleaños. Tengo ganas de decirle a todos que no quiero nada y mandar a la mierda cuanto reciba, pero ¿con eso qué consigo?. Creo que lo mejor va a ser aprovecharme de ese día. ¿Qué voy a conseguir con decirle que la cinta la pensaba regar el lunes, porque el viernes lo dediqué a los pimientos y el fin de semana no se riega?. Los poemas son las únicas ayudas que puedo tener en estos días… ¿Y Ana?. Puede que esté enfadada conmigo. No, no puede ser verdad, ¿por qué?. Lo cierto es que me gustaría que lo estuviese. Me haría sostener una esperanza de que siente algo por mí. No sé si escribirle yo antes. Le conté el episodio que me sucedió con Ana y puede que se haya enfadado. Pily me parece que se enfadó por aquello que le dije de que le iba a pedir por novia. Me dejó de llamar y de escribir. Más tarde le llamé yo y me dijo que era mentira el enfado, pero no volví a saber de ella.

  Un día escribí: A veces pienso que el olvido es muy extraño. Las cosas marchan tal y como llegan. Pero me hice un lío con los verbos y no lo continué. Ana, en el baile me dijo un día: “Tú no me caes pesado, pienso que eres bastante simpático”. Ahora dudo que piense igual. Y escribí: Dime si algo ha cambiado entre tú y yo. Dime si ahora…, pero no lo seguí. Cuando bajé a Ramallosa, me encontré con una carta de Ana. Y, mientras subía, pensaba escribir lo que luego escribí. Muchos días de sueño, (antes había puesto “fueron”) de ilusión; al menos la tristeza no nos la robó tan pronto. Teníamos tiempo para saborearlos en medio de la felicidad de aquellos instantes. Ahora llegaron a su fin, no importa, un día así tenía que llegar. Pero no se va de vacío, te deja unos días de recuerdo. en verdad, se me pasaba por la mente el escribirlo. Se puede eternizar este sentimiento.

3 comentarios:

  1. Hay varios fragmentos que seducen con su esencia (cotidianeidad y lenguaje llano -no simple-).

    He hecho una breve recolección para prodigar un extraño fragmento que espero cuestiones con tu comentario.

    "En la cinta de flores de la puerta, la última de abajo empezaba a estar seca.
    Subí a escribir después de comer y bajé sobre las seis a regar.
    Aún me da tiempo a escribir.
    Bajé sobre las seis y media.
    El agua se pierde. Quise hacer un hoyo y me parece que dañé una raíz Junto a las moreras. Tenía razón Antonio. Una pregunta y una respuesta.
    A veces pienso que el olvido es muy extraño. Las cosas marchan tal y como llegan.
    Al menos la tristeza no nos la robó tan pronto. Teníamos tiempo en medio de la felicidad de aquellos instantes. Ahora llegaron a su fin, no importa, un día así tenía que llegar. "

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  2. Hay varios fragmentos que seducen con su esencia (cotidianeidad y lenguaje llano -no simple-).

    He hecho una breve recolección para prodigar un extraño fragmento que espero cuestiones con tu comentario.

    "En la cinta de flores de la puerta, la última de abajo empezaba a estar seca.
    Subí a escribir después de comer y bajé sobre las seis a regar.
    Aún me da tiempo a escribir.
    Bajé sobre las seis y media.
    El agua se pierde. Quise hacer un hoyo y me parece que dañé una raíz Junto a las moreras. Tenía razón Antonio. Una pregunta y una respuesta.
    A veces pienso que el olvido es muy extraño. Las cosas marchan tal y como llegan.
    Al menos la tristeza no nos la robó tan pronto. Teníamos tiempo en medio de la felicidad de aquellos instantes. Ahora llegaron a su fin, no importa, un día así tenía que llegar. "

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  3. La cinta de flores era un espacio bastante largo y estrecho en donde se ordenaban las flores: es una forma de definirlo. Al menos la tristeza no nos robó la ilusión "A veces pienso que el olvido es muy extraño" es una de esas frases que me llenaban al escribir, pero que no seguí.
    Me gustaría que cada parte del relato que se publica tuviera frases de las que hacen pensar, pero no siempre es así. Una pregunta siempre nos llevará a una respuesta nada más.

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