Yo quisiera ser un pájaro;
volar sobre las
praderas
y cambiar alegrías
por regazos de
tristezas,
volar hasta el
horizonte
y llevar las sonrisas
a donde no exista el
hombre.
Yo quisiera volar y
volar alto:
ser ave, ser pez, ser
arco iris
y dejar una sonrisa
en donde sólo exista llanto.
Porque el llanto es
cruel,
traicionero y cobarde
que hunde entre sus
fauces el sollozo fiel.
Las gentes que
aguardan
la felicidad que no
llega
y la fúlgida luz que
tarda.
-
1982 –
El hombre es un pájaro de mal agüero pero éste también merece una sonrisa y una fúlgida luz sin tardanza...
ResponderEliminarPara merecer, así como para desmerecer, hay que tener unos valores. Nadie debe juzgar por ello aunque los conozca, porque éstos pueden cambiar de repente. Pero siempre deberíamos actuar con conciencia, aunque no por ello no debamos respetar a quien carece de ella. siempre que nos falla algo en la tierra queremos volar, no sé por qué, quizás es lo desconocido lo que nos llama, o lo inacabado quizás
ResponderEliminarAhuequemos las plumas puesto que si debemos volar también podemos caer.
ResponderEliminarPero tal caída no será por no haberlo intentado. En el camino sabemos aprender más de las caídas que de los logros, lo cual nos dice que caer. Es una parte del camino, lograr algo es una lucha. Tanto qué hago como qué no hago son parte de la inquietud del espíritu. una parte del hombre siempre estará construyéndose a sí misma
ResponderEliminarEl hombre es un edificio predispuesto a la ruina y a la edificación. Caer es mensurar las alas.
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