Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos
La espina es la parte bella de la rosa, pero no toda, incluso en la espina hay halos de misterio. Pedro Pablo intenta desnudar la rosa pero sin tocarla siquiera, buscando una esencia. Todos los poetas la buscamos: penetrar ese halo, superarlo. "La fuerza está en el camino que seamos capaces", escuché decir
Al final la rosa desea ser prisionera de las manos que la desnudan, para clavar sus espinas en el dulce ultraje del amor. Más allá del desnudo hay una brisa de encanto, el origen y sueño de la feminidad en la inocencia de los gestos.
Las espinas de la rosa son sólo su equipaje. Nunca romperlas ni hostigarlas, la espina es parte de su feminidad: un dulce ultraje, como dices tú; la lucha del cuerpo contra el cuerpo (no se agreden, se transforman): las espinas de la rosa son sólo su sencillez
Así es, y la espina se hace hermosa por ser espina... o si no búscame el colorido de la espina sin serlo. La belleza se mantendrá virgen por lo que ella es: belleza, ésa es su esencia.
El amor mata o aprendemos a dejarlo morir, pues es difícil separar la rosa de la espina.
ResponderEliminarLa espina es la parte bella de la rosa, pero no toda, incluso en la espina hay halos de misterio. Pedro Pablo intenta desnudar la rosa pero sin tocarla siquiera, buscando una esencia. Todos los poetas la buscamos: penetrar ese halo, superarlo. "La fuerza está en el camino que seamos capaces", escuché decir
ResponderEliminarAl final la rosa desea ser prisionera de las manos que la desnudan, para clavar sus espinas en el dulce ultraje del amor. Más allá del desnudo hay una brisa de encanto, el origen y sueño de la feminidad en la inocencia de los gestos.
ResponderEliminarLas espinas de la rosa son sólo su equipaje. Nunca romperlas ni hostigarlas, la espina es parte de su feminidad: un dulce ultraje, como dices tú; la lucha del cuerpo contra el cuerpo (no se agreden, se transforman): las espinas de la rosa son sólo su sencillez
ResponderEliminarToda sencillez tiene un propósito: la espina mantiene intacta la belleza...
ResponderEliminarAsí es, y la espina se hace hermosa por ser espina... o si no búscame el colorido de la espina sin serlo. La belleza se mantendrá virgen por lo que ella es: belleza, ésa es su esencia.
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