Un beso
como un jilguero
jubiloso y feliz,
como el coro de los
recuerdos.
Un arroyo de ternura
rompe la brusquedad
del solitario filo.
Un beso… y una
felicidad
de nuevo en los
campos,
arrollando el dolor
entre los deseos
blancos,
se levanta
floreciente y esplendorosa.
Como un sueño que
florece entre los soles
de un jardín claro y
fugaz.
La alegría despierta
de su lecho aletargado
en un deslumbramiento
de resplandor;
ese fulgor dormido
bajo las raíles de unos labios
que se abren al
vendaval
para acoger una
fantasía.
Un beso es como un
salto al más allá,
un recuerdo frágil de
pelo moreno,
un torrente.
Mueren los sollozos,
mueren las lágrimas…
muere la tristeza;
y surge el tallo del
resplandor,
la primavera
brillante y lúcida.
Un nítido beso,
un largo atardecer en
el lóbrego crepúsculo
y en su callado
despertar.
Un beso blanco
que cierra la muerte.
-
1982 –
Seremos locomotoras para descarrilar por ciertos raíles de deseo en el más diáfano de los ósculos.
ResponderEliminarCuando visualizamos un beso visualizamos a la persona amada y le damos vida a través de ello. En este sentido Fausto nos muestra la cara inocente de sí mismo, en vez de dejarse arrastrar por las corrientes impetuosas de la edad. Una escalera de imágenes que nos lleva hasta el fondo de su sentimiento: nos define a la persona que ama... pero como sucede siempre, la realidad le quita el velo y muestra el amor como es
ResponderEliminarY, ¿cómo es el amor? ¿Qué terrible beso se atreve a malversar la inocencia y a envenenar el latido? ¿El amor sin velo es una vieja desdentada que maldice el objeto de su deseo?
ResponderEliminarEn verdad el amor es un camino tortuoso y el beso es la pasión que nos inicia a ese camino tortuoso. No nos convencen las aguas confortables, nos convence la osadía, el reto y la persona necesita explorar: explorar el mundo y explorarse a sí misma a través de él. La inocencia no se perdió en aquel beso primero, sino mucho antes: cuando escondimos la mirada para recrear nuestras imágenes: el mundo se había hecho muy atractivo. el amor sin velo es atractivo para quien no crea en él
ResponderEliminarEl velo es atractivo, incluso la mirada escondida y denostada es parte de esa inocencia perdida. El amor desvelado y descreído pertenece a la osadía de los incrédulos, puesto que sin fe también explora mundos.
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