Desnuda te quiero,
desnuda de aguas.
Desnuda de alba,
azucena del alma.
Desnuda por besos,
por caricias mojada.
Por amor herida
y por amor salvada.
Desnuda en el lecho
en un mar de sábanas.
Entre olas y viento,
bajo mi pecho y mi
ansia.
Desnuda te quiero,
sol de mis mañanas
y en mis noches luna
de savia dorada.
De nada sirve un cuerpo desnudo detrás de un corazón inaccesible.
ResponderEliminarUna imagen de desnudez es un vestido de la verdad. Pero detrás de la verdad está el deseo que se escribe
ResponderEliminarTu metáfora es realmente sugerente, digna de una desnudez sin principios. En el deseo está el peligro y el agravio si no se escribe con pureza; pero es pretencioso manifestar una idea clara sobre la pureza.
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