En la clase. Una niña de terciopelo
cuya cara reluce como nítida flor
llorando está… y su sollozo llega a un cielo
ue se abre inmenso frente a sus ojos de color.
Y los lindos pajarillos de sus nidos bajan
para consolarla y acompañar su tristeza
y los jilgueros desde sus ramas le cantan
y el delicado viento sopla para mecerla.
Los grandes árboles le regalan la melodía
de la brisa al pasar entre sus blancas ramas
y la blanca niña disfruta la alegría
de poder vivir, de vivir la vida, la mañana.
En la clase. Una niña de terciopelo
cuya cara reluce como nítida flor
contenta está. Y su alegría llega a un cielo
que se abre inmenso ante sus ojos de color.
- 1978 -
Tiene algo de color y un foco visual interesante. Los ojos y el cielo son eternidades paralelas.
ResponderEliminar¿El ojo es el cielo de la cara?. Pudiera ser bonito
ResponderEliminar¿Por qué la dualidad y no un cielo ciclópeo? ¿Por qué no dos caras y un único firmamento?
ResponderEliminarLa dualidad es la manera por la que nos reflejamos en el universo: los dos polos. El cielo siempre la inmensidad de nosotros mismos: el cielo no cambia, el firmamento sí
ResponderEliminarDame un firmamento cambiante y un cielo eterno de nubes cobrizas, y asistiré a la dualidad de la belleza.
ResponderEliminarPero ése es un viaje que hace cada uno por sí mismo. Es la oportunidad de juntarse con el mismo universo
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