de su misma infancia,
de una infancia
llena de luz
que prolongaba el
alma. La grandeza… dibujando largos cabellos rubios
y una mirada
reservada al
amanecer.
Siempre hay unos ojos
a los que se puede llamar en silencio,
unos ojos que
entienden todo
lo que tienen de
brillantez
y que te ayuden a
encontrar lo que perdiste.
Siempre esos ojos y
esa hermosa mirada se quedarán contigo,
brillando,
siempre sabrás quién
es…
Y la madrugada te
dirá que se ha enamorado de tu fulgor"
Me gusta, creo que tiene alma brillante. Cambiaría unas cosas, con tu permiso, en algunos aspectos subsidiarios:
ResponderEliminarSu sonrisa brotaba
de su misma infancia, de una infancia
llena de luz
que prolongaba el alma. La grandeza… dibujando largos cabellos rubios
y una mirada
reservada al amanecer.
Siempre hay unos ojos a los que se puede llamar (apelar) en silencio,
unos ojos que entienden todo
lo que tiene(n) de brillantez
y que te ayud(a)n a encontrar lo que perdiste.
Siempre esos ojos y esa hermosa mirada se quedarán contigo.
Y la madrugada te dirá que se ha enamorado de tu fulgor.
Fausto, todos sus poemas y escritos... sólo quiere dejar pinceladas de lo que siente, me parece a mí. Sólo una frase que defina su sentir le basta para interiorizarse en él mismo. Ni la forma, ni el espacio, ni los convencionalismos... es él desnudo en lo que siente. ¿A quién le importa lo que él siente?, ¿a quién le debe importar?. No han nacido 50 Faustos, sólo uno es el auténtico y lo que él defiende. Habré voces que le quieran marcar un camino (que no está mal que se lo quieran marcar), pero no cambia, no. Eso es la poesía
ResponderEliminarFausto es la representación de un poema. ¿A quién le importa el poema? Esa es una buena cuestión. Un ser desaliñado puede ganar con algunos sutiles cambios y matices. A veces no se trata del autor, sino del poema, de la visión; pero esto también es subjetivo. Me centro en darle a Fausto, ideas, aproximaciones, detalles, ya que un poema tiene mil caras y hay descarados, como yo, al que no le importa buscarle tres pies al gato. Tal vez, Fausto se deba defender panza arriba con sus uñas y marcar su terreno; pero creo que es un error, un error de apreciación. No deseo la imposición entre ambos, deseo la mirada certera, la concreción y el confinamiento de la belleza en la belleza.
ResponderEliminarTodo se puede desvestir, debe hacerse, todo se debe hacer reposar en el camino. Fausto eso no lo ha hecho: es el sentimiento desnudo por el simple hecho de estar desnudo. Y eso es libertad, aunque la misma libertad tiene mil maneras de vestirse. Fausto no lo ha hecho, pero a la vez en ese no hacer encontramos su verdadera fuente de inspiración. ¿A quién le importa el poema?, ¿a quién le importa lo que dice?: si es lo que siente, si no lo es... eso sólo le importa a él. Y lo necesita quizás. Por eso nosotros le ponemos otra pata más al gato
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